Tarta fácil de hacer y muy contundente, una debilidad para los amantes del chocolate. Y es que el problema no está al hacerla sino al comerla.
Al igual que tarta se pueden hacer copas muy vistosas, perfectas para postres. Las cantidades son para una tarta muy generosa, pero rebajando las proporciones se puede reducir de tamaño para moldes más pequeños y no abusar en exceso.
Ingredientes:
- 300gr. chocolate para hacer a la taza
- 300gr. chocolate con leche
- 300gr. chocolate blanco
- 700ml. leche
- 700ml. nata
- 3 sobres cuajada
- Azúcar
- Galletas
- Mantequilla
- Algo de adorno como virutas de chocolate
En la foto podréis ver marcas conocidas y materiales de primera calidad. Eso es bueno pero también caro, podría decir que es para fomentar el comercio justo pero siendo sinceros desconozco los hábitos de estas marcas. Por lo que leí por ahí no hace falta que el chocolate sea «tope gama» y lo mismo con el resto de ingredientes. El ahorro para el bolsillo es considerable.
Para la base mezclaremos galleta picada, mantequilla y un chorro de leche.
Picar aproximadamente un paquete de galletas, yo suelo usar las de tipo Maria. En un cazo a fuego muy suave calentar un par de cucharadas de mantequilla. Verter la galleta picada en un bol, echar un chorro generoso de leche y la mantequilla. Remover bien para que quede una masa uniforme. Esparcir por la base del molde presionando para que quede compacto y uniforme. Se puede meter un rato en el horno mientras se hace el chocolate para intentar que quede algo crujiente.
Ahora vamos con las tres capas de chocolate.
Chocolate negro:
Mezclar bien leche, nata y un sobre de cuajada, mejor usar la batidora. Sino quedan grumos, algo que aprendí a base de prueba y error (hasta llegar al chocolate con leche).
Una vez bien mezclado verter en un cazo y calentarlo. Echar también unas 4 cucharadas de azúcar. Ir disolviendo los 300gr. del chocolate negro poco a poco. Una vez disuelto mantener unos 10min. sin que llegue a hervir. Retirar del fuego y verter con cuidado sobre la base de la tarta.
Esperar un par de minutos y con un tenedor hacer unos surcos para que la siguiente capa tenga buen agarre, aquí se notará quién trabajó en la construcción.
Ahora viene una de las partes más gratificantes para el cocinero: relamer cucharón y cazo antes de lavarlo para el siguiente chocolate.
Chocolate con leche:
Proceder de igual manera para el chocolate con leche pero usando la mitad de azúcar. En realidad ya es bastante dulce de por sí, así que a gusto del consumidor.
Al verterlo poner una cuchara para que caiga suavemente sobre la capa de chocolate negro y no se mezcle.
Hacer los surcos.
Chocolate blanco:
Idem para el chocolate blanco pero sin añadir azúcar. Esta es la última capa así que nada de surcos.
Dejar enfriar antes de meter en la nevera.
Adornar con lo que uno más guste: virutas de chocolate, hacer formas con cacao en polvo (si no se tiene también vale cola-cao o similar) queda bastante chulo… y a disfrutarlo.
Si se tienen unas copas adecuadas, a modo de prueba usé vasos, queda un postre individual muy llamativo.
Eso sí preparar una buenas sesiones de actividad intensa para bajarlo.