- Fecha: 2-9-2007
- Itinerario: Cangas de Onís – San Tirso – Peruyes – Cda. Piedroga – Triongo – Cangas de Onís
- Personas: Carlos, Jorge, Rubén y más de 200 participantes
- Datos cuentakilómetros Rubén (entre paréntesis añadidos km. adicionales de Cangas de Onís a Arriondas):
- Distancia: 33,21 Km [47,46]
- Tiempo en marcha: 3:03:21 [3:40:38]
- Velocidad media: 10,86 km/h [12,90]
- Velocidad máxima: 56,71 km/h [56,71]
- Cadencia media: 61 (aprox. 11183 totales) [63 (aprox. 13898 totales)]
- Altitud salida: 87m.
- Altitud máxima: 434m.
- Altitud mínima: 23m.
- Desnivel acumulado: 1200m.
- Enlaces relacionados:
- Álbum de fotos:
Segunda ruta de la Travesía Nacional de la Cordillera Cantábrica, nos habían avisado que a pesar de ser menos kilómetros iba a ser más dura. Se trata de una ruta circular con salida y llegada en Cangas de Onís por lo que hoy no hay que desplazarse. Esta ruta empieza antes y termina antes, por eso solo tiene dos avituallamientos, aunque la razón principal es que a la llegada habrá una espicha y entrega de trofeos con todos los participantes.
La noche en el albergue no fue especialmente buena para algunos, se quejaban de las camas, yo la verdad que dormí bastante bien salvo por las veces que me despertaron los que fueron a desaguar la sidra ingerida horas antes. El problema es que alguien se levantó a las 7 a ducharse!! total para ponerse a sudar en dos horas. Con lo que en vez de levantarnos con 10min. para desayunar tuvimos una esplendida hora para ir pegando cabezazos contra las paredes.
El desayuno estuvo bastante bien para ser un albergue, muy abundante con tostadas, magdalenas, zumo, café…
Sobre las 8:30 ya estábamos cogiendo la bici en el frontón, ver tantas máquinas juntas impresiona dan ganas de equivocarte. Jorge y Carlos me dijeron el día antes que habían visto una bici peor que la mía, yo la verdad que no la vi, aunque es cierto que tiene 8 años y si no fuera por lo desfasada que está habría unas cuantas más baratas y peores.
Para variar tengo una rueda algo floja, puede que aguante pero como hay tiempo de sobra cambio la cámara. Jorge y Carlos también hacen ajustes en sus bicis.
Salimos pasadas las 9:00 y comenzamos con una fuerte pero llevadera subida por carretera.
Se forma un atasco y no nos movemos, hay que ir por un sendero de uno en uno. Un miembro de la organización dice que quien no quiera esperar puede seguir por carretera que se junta más adelante, así saltamos un montón que ganamos un puñado de posiciones. Jorge decide tirar por el sendero y Carlos viene conmigo.
La subida se agrava cuando pasamos al camino, se va ganando altura mientras se ve abajo Cangas de Onís. La interminable serpiente multicolor se extiende por delante y detrás hasta donde alcanza la vista.
Yo la verdad que subo bastante bien así que me escapo un poco de los compañeros, luego me enteraría que Jorge intentaba darme caza, razón por la que llegó al avituallamiento con esta cara (es la foto buena):
Hasta este avituallamiento hubo un camino en continuo ascenso, donde normalmente adelantabas a participantes y algún otro te adelantaba a ti, siempre pidiendo paso ya que el firme era muy irregular y pedregoso. Luego una bajada muy rápida, comienza con un sendero muy empinado durante unos metros y hay que llevar el centro de gravedad lo más atrás posible. La bajada rápida se convierte en llaneo hasta dar a una parte bastante técnica donde no pocos se bajan de la bici. Aquí tomamos la carretera y comienza un ascenso hasta el avituallamiento de San Tirso con una pendiente endiablada por encima del 20% se puede ver en la anterior foto a Jorge.
Nos avituallamos mientras llega Carlos. Vuelvo a encontrarme con Alfonso y Quorum, y volvemos a prometernos hacer una foto con ambos grupos, ayer no pudo ser ya que hicimos la ruta alternativa de los Pelayos.
En San Tirso no acaba la subida, ahora se toma un camino primero por sombra que mas adelante daría a unas durísimas rampas sobre algo de hierba, aquí Carlos junto con algún otro loco ataja el zig-zag ya que no debía tener suficiente pendiente.
Una vez coronado San Tirso bajamos a Peruyes donde tomamos algo de carretera antes de afrontar la subida por pista al collado Piedrova. Aquí nos juntamos con algunos miembros de Pelayo. Empezamos todos juntos en grupo subiendo, pero poco a poco van cayendo miembros que no soportan la dura pendiente y el axfisiante sol del mediodía. Al final solo quedamos un Pelayo que sube a buen ritmo y yo pegado a su rueda, si no es por él hubiese reventado hace un buen rato. Comentamos el calor que hace y lo que cuesta respirar, lo que daríamos por un aire acondicionado o solo algo de aire, es decirlo y una brisa más refrescante que un té helado nos da de frente, esto me da fuerzas y aumento el ritmo dejando atrás al compañero.
Según llego al collado voy directo a por fruta y yogures, si hasta tienen actimeles, vaya lujo.
Al rato llega Jorge, sufriendo la subida como todo el mundo.
Ahora si, me encuentro con Quorum y hacemos varios fotos, hasta se une Juanjo (presidente de BTT Pelayo), un lujo encontrarse con gente así:
Bajada por pista, zona de camino single-on con algunos inevitables barrizales que empiezan a hacer que la bici chupe la cadena. Luego por carretera una bajada muy rápida y con alguna curva de herradura, sube un todoterreno con la ambulancia, debió haber algún accidente. En lo que debe ser Triongo esperamos a Carlos y hacemos foto a la capilla.
Más abajo hay una fuente donde repostamos antes de empezar la dura subida, esa que decían era para meter un 34 y que luego me contaron que ninguno de los Asturcones la subió.
Subimos con un madrileño y aquí empiezo a quedarme mientras Jorge y Carlos van más adelantados. Las rampas son duras pero nada que no se pueda subir, hasta que llegamos a una pared de tierra y piedras, totalmente imposible de subir. Incluso así detrás venían dos máquinas que lo intentaron uno tuvo que poner pie a tierra dos veces pero arrancó en el mismo punto y lo hizo, realmente increíble.
La bajada es muy técnica, zona preciosa entre árboles, húmeda y con grandes piedras romas que hacen que haya que extremar precauciones y bajar con mucho cuidado, una de las mejores bajadas de la Travesía y no es que haya habido pocas o malas precisamente.
Llegados Las Rozas pasamos por al lado de la carretera nacional y tomamos un camino que va a la vera del Sella, apetece pegarse un baño pero tonto de mi lo descarto, en lugar de eso pongo plato grande y hago los 2km. que quedan a tope. Carlos iba delante y Jorge se quedó detrás bañándose en el Sella con bici y con un grupo de Pelayos.
Lavamos las bicis y llevamos el dorsal para recoger el trofeo
Nos duchamos y cambiamos para la espicha. Mientras llegan los que faltan charlamos con Quorum, Juanjo y el resto de Pelayos.
Es la hora de la espicha, todos adentro a comer y beber.
Se entregan los trofeos, algunos lo recogen muy tímidos y otros no tanto:
Foto de grupo de BTT Pelayo y algún que otro amigo (hay otra en la que hasta salgo yo):
Y cada uno para su casa, se levanta muy rápido la espicha y es que la gente está cansada y aún tiene un largo viaje.
Yo tengo que dejar algo de equipaje en el coche de Jorge, me pongo la ropa sudada del día y la mochila grande a la espalda, camino de Arriondas. Alguno se sorprende al ver que no he tenido suficiente bici.
Los casi 10km. hasta Arriondas se hacen muy bien y a muy buen ritmo, ahora tengo casi 3 horas hasta el próximo tren, así que me pongo cómodo:
Deja una respuesta