- Fecha: 18-8-2007
- Itinerario: San Emiliano – Villafeliz de Babia – Vega del Panazal – Vega de Campolamosa – Casa Mieres – Vega de Riotuerto – Collado Terreros – Refugio Meicin – Tuiza de Arriba – Puerto de la Cubilla – Casa Mieres – Pinos – San Emiliano
- Personas: Jorge, Carlos, Avelino, Hugo y Rubén
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 47,65 Km
- Tiempo en marcha: 4:39:35
- Velocidad media: 10,22 km/h
- Velocidad máxima: 55,12 km/h
- Cadencia media: 57 (aprox. 15932 totales)
- Altitud salida: 1181m.
- Altitud máxima: 1903m.
- Altitud mínima: 1131m.
- Desnivel acumulado: 1550m.
- Índice IBP: 97,90 aprox. (posiblemente sea bastante más)
- Track GPS
- Álbum de fotos:
- Altimetría:
- Enlaces relacionados:
La ruta tiene forma de «8» y como eje central la Casa de Mieres así que dividiré la crónica en cuatro tramos con origen o destino Casa Mieres.
Primer tramo: San Emilano – Villafeliz de Babia – Vega del Panazal – Vega de Campolamosa – Casa Mieres
Llegamos a Babia, alguno ya debía estarlo
A las 9:00 hacía tal frío que aquí los globeros de sangre fría tenían que ponerse al sol y darse calor mutuamente, alguien dijo que marcaba 7º yo os puedo decir que no sentía las manos (y las llevaba en los sobacos)
La bajada por carretera a Villafeliz la hicimos sin dar pedales y concentrados en darnos calor (no entre nosotros, no penséis mal).
Avelino dijo que sin un carajillo no era persona (como si fuese mágico el café). Así que paramos en Villafeliz y ¿qué es lo que hace este individuo nada más entrar en el bar?
Pues ir al comedor e investigar la carta, no tiene remedio. Vio el jabalí y no se pudo contener:
No tardamos ni 10min. en pasar de un estado de hipotermia a quitarnos el abrigo y desear las sombras.
Saliendo de Villafeliz, alguno se las prometía muy feliz pero no sabía lo que faltaba, ni el guía lo sabía.
Adentrándonos en la Majada de Pinedo
Unas rampas durísimas, ya se empezaban a oir improperios contra mi (como me gusta hacerles sufrir).
Pasada la majada en un cambio de rasante (si es que se puede llamar así) nos paramos y quedamos con la boca abierta, si alguien estuviese esperando para hacer una foto sería el poster perfecto «estáis en Babia». Lo siguiente fue sacar las cámaras de fotos: todas
Y aunque las fotos no puedan hacer justicia a la belleza de la Vega del Panazal al menos lo intentamos:
Si la belleza de tales parajes no fuese suficiente el rodar por esta zona fue un auténtico placer con saltos incluidos:
Una portilla blindada con triple cerrojo que nos llevó un tiempo comprender su tecnología. Al final la desarmamos y la volvimos a montar.
Terminamos esta vega para pasar a la siguiente, un estrechamiento con el camino pedregoso en subida y algo técnico.
Pasamos a la Vega de Campolamosa, más pequeña que la anterior.
Por mucho que llevase GPS con la ruta marcada, aquí servidor no sabe seguir una línea y tenemos que cruzar un par de veces el río. Al menos así Avelino pudo encontrarse con un antepasado suyo:
Iba yo absorto mirando el GPS para no desviarme del camino cuando:
En realidad pensé que lo podía pasar, suerte que no puse mucho empeño y la rueda trasera volvió a caer en su sitio.
Después de rodear una montaña por un trozo de camino no ciclable vamos a dar a Piedra Soguera, no sin antes tener que buscar caminos por medio del monte.
Pasamos por unas cabañas y llegamos al collado donde ya podemos ver la Casa de Mieres (llena de domingueros).
A disfrutar de la bajada que luego viene el segundo tramo y hay que subir a 1933m.
Aquí estamos integrados con el resto de domingueros
Y no puede faltar el componente gastronómico: una buena tabla de embutidos (quién fue el cerdo que estropeo tal magnificencia cárnica con una monda de plátano):
Segundo tramo: Casa Mieres – Vega de Riotuerto – Collado Terreros – Refugio Meicin – Tuiza de Arriba
A partir de aquí no hay track de GPS así que tienen que fiarse de mi buen sentido de la orientación y los recuerdos que tenga de la zona después de más de 10 años de fuertes borracheras. Por suerte no se intuía ni una nube, ni en la parte asturiana siquiera.
Comenzamos subiendo por detrás de la Casa Mieres pasando por al lado del estanque, el camino pedregoso pero se puede subir. Los que no lleven las trotonas pueden atajar por la izquierda del pico Cuesta Caballo que es donde nace el río. Nosotros subimos por los praos camino de la Vega Candioches, que se hace durillo.
Tomando un respiro en el collado para llanear por dicha vega
Hay que arrimarse por la izquierda de la vega, hacía una zona rocosa que parece que no tiene salida. Aquí hay dos opciones: de frente que es por donde van los montañeros pero no es ciclable y hay una zona donde hay que trepar unos metros o por la derecha que hay un camino que hasta marcan algunos mapas como pista (muy puesto de tinto debía ir el que lo dibujó).
Subiendo el camino con la Vega Candioches a nuestras espaldas.
Este camino es poco ciclable pero nada que unos globeros no puedan superar (sobre todo teniendo un cabeza de turco a quien echar las culpas).
Zona de porteo, para la próxima a ver si contratamos unos sherpas
Pasamos a una enorme vega, por el medio va el Río Tuerto. Tres grandes moles que superan los dos mil metros delimitan este valle: a la derecha Peña Cerreos con 2078m., a la izquierda Peña Ubiña Pequeña con 2197m. y de frente la inmensa Peña Ubiña con 2417m.
Foto de grupo al empezar el valle con la gran Ubiña al fondo
Disfrutando por las praderías, es importante no coger los caminos si no se quiere acabar pegando con los pedales o, peor aún, con el cambio.
Pasando por la Majada de Riotuerto, entre el ganado, la verdad que cuesta diferenciar a ciertos bikers
– Camarero ¿el Collado Terreros?
– Al fondo a la derecha.
Subir por las duras praderías hasta alcanzar la cota máxima de la ruta con 1933m., una valla con una portilla impide que el ganado se marche de la vega, al menos cierto ganado.
Tenemos vistas a Asturias: abajo puede verse el refugio del Meicín, más abajo aunque no se ve está Tuiza de Arriba todo ello acotado por los macizos de Ubiña y Peña Cerreos.
En este collado nos encontramos con Iván, un forero que quedó en pasar por aquí. Cada vez que sacamos la equipación del foro nos reconocen, así da gusto. Estuvo un buen rato hablando con nosotros y aconsejandonos por donde tomar la bajada. Venía de subir Ubiña por la cara norte, algún día tengo que quitarme esa espina clavada, pero será sin la bici.
A la próxima que ruta que organice estás invitado.
Aquí la foto de grupo con Iván.
Yo iba con la idea de bajar al principio con la bici en mano, al menos era lo que había leído. Pero Avelino no tiene miedo a la muerte y se lanza como un kamicaze, los demás vamos detrás. Al menos tomamos la precaución de bajar los sillines, aunque hubiese sido mejor quitarlos directamente.
Aquí no hay GPS que valga, es un sálvese quién pueda e intentar seguir el prao que menos pendiente tenga.
Aquí van una retaila de fotos del primer tramo del descenso hasta el refugio del Meicín. Aunque parezca increíble no hubo ninguna caida de importancia.
Yo mismo bajando, la rueda trasera quiere adelantar a la delantera.
Los cuatro jinetes del apocrilipsys
Yo y mi ego, por cortesia de Hugo.
Carlos, que estilo. Si bajase la mitad de bien que posa para la foto 😛
Este fue el trozo más difícil sin duda alguna, lo que se puede llamar «pendiente absurda»
Y sino que se lo digan a Carlos o Jorge
Hugo fotografiando a los que faltabamos por llegar a la altura del refugio
Y ahora queda el tramo jodido para las bicis según los montañeros, hasta aquí un paseo.
Ahora ya hay camino pero con piedras como melones, sueltas por supuesto sino no tendría aliciente.
Por fin llegamos a Tuiza de Arriba, impresionados y satisfechos por tremenda bajada.
Ya eran sobre las cuatro de la tarde y menos mal que comimos la tabla de embutidos porque alguno estaba hablando de sacrificar a un miembro de la espedicición para no morir de hambre.
Por suerte no hizo falta y con los bocadillos, barritas energéticas y el «Powerkinq» fue suficiente.
Tercer tramo: Tuiza de Arriba – Puerto de la Cubilla – Casa Mieres
Este es el más aburrido, es todo carretera y de los 12km. de este tramo 9 son en subida.
De Tuiza de Arriba a la carretera que sube a la Cubilla hay 1km. de fuerte bajada con curvas en herradura sobre buen firme que se disfrutan.
A partir de aquí empieza el infierno y es que Cubilla es un puerto duro aunque hagamos solo los 9 últimos kilómetros, además el cansancio acumulado ya hace mella. Aquí se puede consultar la altimetría de este puerto que debe ser de categoría especial junto con una detallada descripción.
Altimetría puerto de la Cubilla
De todas formas es un puerto precioso, al menos en estos últimos kilómetros que es cuando mejores vistas se tienen, además hay unos enormes zig-zags que sin tener una pendiente muy pronunciada resultan espectaculares.
Avelino empezó tirando con fuerza y eso que avisé que eran 9km. de subida durilla, que teníamos que ganar unos 550m. de altitud. Jorge tiró detrás y yo siguiendo a estos dos globeros, unos 30m. llegaron a separarnos unos de otros en ese orden, detrás venían Carlos y Hugo al pali-pali, como debe ser. En cuanto Avelino vio por donde iba la carretera decidió parar.
Aquí se pueden apreciar los primeros zig-zags
Carlos y Hugo (por si no leéis el nick desde aquí)
Arrancamos de nuevo y por mucho que se dijo que aún quedaba bastante más de aquella curva que se veía arriba Avelino volvió a tirar en cuanto uno de nosotros se puso en cabeza. Creo que hasta esa curva llegamos más o menos juntos los tres de antes y entonces le pude decir el collado donde había que subir, a la derecha se veía la carretera por encima nuestra haciendo eses. Aquí ya dijo al «pali-pali» pero en vez de eso tiramos más fuerte hasta que paramos a la sombra para reagruparnos.
La nube se estaba metiendo y el collado ya apenas se veía, en unos minutos nos cubrió.
Ahora si que arrancamos a ritmo de buen globero, los cinco en grupo (Hugo está detrás de Jorge)
Pero volvimos a quedar los tres de antes, ahora íbamos ocupando toda la carretera a la par, aunque ya no nos vigilábamos como antes por ver si alguien saltaba.
Carlos y Hugo puntuando en este puerto. Que por cierto Avelino me ganó por un palmo el premio de montaña.
La sensación térmica era de una burrada de grados menos, de estar todo el día tostándonos al sol a meternos en la nube con el viento, humedad y descenso de temperatura.
Así que otra foto de grupo y a abrigarnos para bajar hasta la casa de Mieres.
Cuarto tramo: Casa Mieres – Pinos – San Emiliano
En la Casa Mieres ni paramos, por suerte en este punto empezaba a abrirse la nube y un poco más adelante disfrutaríamos del sol (ahora de verdad que es bajada hasta San Emiliano).
Había dejado para el final estos dos tramos ya que no tenían pérdida y temía que se nos metiese la nube. Al final libramos por poco pero si nos pilla en Collado Terreros (segundo tramo) o en la Vega Panazal (primer tramo) hubiese sido una gran putada, hablando claro.
En la casa Mieres acaba la carretera asfaltada y nos metemos por pista. Una valla delimita la zona de ganadeo, pasamos por un estrechamiento para no abrir el portón. Al otro lado un todoterreno conducido por un chaval con pinta de extranjero y su novia «disfrutan» de las pistas.
Les pasamos en bajada.
La calella cruza el río, aquí se hace todo a nivel, en invierno por esta zona no pasan ni los todoterrenos.
A partir de aquí nos libramos de la nube. La pendiente se incrementa y bajamos rápido.
Después de una parada para quitarnos ropa viene la primera avería de Hugo, se le sale la cadena de una roldana del desviador del piñón.
Por suerte tenemos al maestro Avelino que lo deja como nuevo.
Vuelve a bajarse a tumba abierta, aunque voy primero me pasan todos estos kamicazes. Hugo pincha justo antes de llegar a Pinos y quedamos nosotros dos cambiando la cámara.
En Pinos estaban esperando el resto. Nos juntamos y por carretera hasta San Emiliano que parece un pueblo de veraneo. Foto en la meta antes de recoger y volver para casa.
Muy completa y excelente crónica Rubén. Cada vez que veo las fotos más me apetece volver…. a pesar de la dureza.
Buen trabajo!