- Fecha: 8-9-2007
- Itinerario: Veigas – Saliencia – Alto de la Farrapona – Lago de la Cueva – Lago Cerveriz – Vega Camayor – La Pradera de El Valle – Valle de Lago – Veigas
- Personas: Avelino, Pablo, Hugo, Fede, Carlos, Jorge y Rubén
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 34,30 Km
- Tiempo en marcha: 3:15:36
- Velocidad media: 10,52 km/h
- Velocidad máxima: 53,62 km/h
- Cadencia media: 53 (aprox. 10361 totales)
- Altitud salida: 800m.
- Altitud máxima: 1800m.
- Altitud mínima: 800m.
- Desnivel acumulado: —
- Álbum de fotos:
- Enlaces relacionados:
- Altimetría:
Una ruta clásica que, por la belleza y los famosos parajes por los que discurre, no podía dejar de realizarse. De hecho hace tiempo que la llevamos retrasando en favor de otras rutas con menos renombre. En este caso además viene acompañada de fartucada en un restaurante de pueblo.
El tiempo que nos acompañó ha sido inmejorable, creo que el mejor de todo el verano: cielo despejado, calor justo aunque en la subida al alto de la Farrapona molestó un poco, nada de viento y lo mejor ha sido, como decía un profesor de la facultad, lo cristalino y diáfano del aire que permitía tener panorámicas inmejorables, lástima que esta ruta no fuese de largos espacios abiertos como en el Angliru o incluso en el Gorfolí pero los paisajes han sido de lo mejor que hayamos disfrutado sobre las dos ruedas.
Como viene siendo costumbre nos levantamos más temprano que para ir a trabajar, salimos de noche y quedamos a las 8:00 en Cornellana para tomar el cafetín, aún nos espera un largo viaje lleno de curvas y algo de obras hasta llegar a Veigas.
Paramos en este pueblo en primer lugar para ver Casa Toño pero después nos decidimos a dejar los coches aquí y no tener que hacer más kilómetros sobre las bicis después de comer.
Hace fresco en el desfiladero y empezamos a rodar sobre las 9:45 suavemente en grupo por carretera.
En Endriga Avelino no puede resistirse:
Un poco más arriba está Saliencia y termina la carretera asfaltada pasando a ser una pista con muy buen firme y de color rojo intenso, un rojo que dejaría las cubiertas con este llamativo color.
Pasamos por al lado de unos gorrinos que al vernos se acercan y empiezan a comer.
Enseguida se produce la primera avería, una rotura de cadena por parte de Hugo. Y es que desde que puso la cadena nueva no paró de tener problemas así que el día antes volvió a poner la vieja pero un eslabón no aguantó.
La subida no es especialmente dura, se mantiene una pendiente de algo menos del 10% pero es larga y constante.
Llegamos al alto de la Farrapona, un cartel señala la ruta a seguir para ir al Lago del Valle:
Un buen sitio para hacer foto de grupo, después de sufrir la larga subida, especialmente Pablo que estaba pagando el exceso del día anterior. De todas formas aún nos quedaría algo de subida pero más corta aunque con pendientes más agresivas.
Una rápida bajada hasta el Lago de la Cueva, el primero de los lagos de Saliencia. Aquí hacemos otra parada donde aprovechamos para comer algo y ver la espectacular subida que tenemos hasta el lago Cerveriz.
En esta subida, un zig-zag con pendientes del 20% donde en poca distancia se ganan unos buenos metros, se puede ver la subida que habíamos hecho al alto de la Farrapona:
Una panorámica con el Lago de la Cueva y la subida.
Un poco más arriba ya podemos ver el Lago Cerveriz, aquí otra panorámica con dicho lago.
Intentamos ir a ver el lago Calabazosa, el más grande de los de Saliencia, pero a medio camino damos la vuelta ya que hay que caminar más de lo pensado y no hay mucho tiempo. A la vuelta los que se habían quedado charlan con otros dos bikers del grupo Syncro León que venían desde Torrestío y harían la misma ruta que nosotros aunque con salida y llegada en el pueblo leonés.
Pasamos a la vega Fresnéu por caminos entre el prao:
A continuación la vega de Camayor, más grande y hermosa.
Al final de esta vega tenemos una fuerte subida por praos hasta llegar al collado que daría paso a la bajada al Lago del Valle.
Esta es la parte más técnica de la ruta y seguramente no ciclable, la verdad que los caminos son estrechos y algo peligrosos, con buenas caídas.
En vez de tomar el camino que baja a Sobrepena intentamos tomar otro que va al Lago del Valle y pasa por unos pedreros, pero me equivoco y vamos a dar a uno que termina en una roca. Aquí Hugo lo ve fácil: todo recto.
Aprovecho la roca del fin del camino para hacer una panorámica del valle con el Lago del Valle:
El camino se ve unos metros más abajo así que el camino más corto entre dos caminos es el camino recto, ¿no?
Ahora si tomamos el camino correcto que pasa por los pedreros, es una parte bastante técnica incluso para bajar andando. Aquí Fede tuvo una caída espectacular que por suerte no tuvo ninguna consecuencia.
Se suponía que este camino llegaba al lago pero no lo vimos claro y torció a derecha para volver valle abajo por un camino ya en mejor estado. Yo estaba empeñado en ir hasta el lago y ahora nos estábamos alejando, intentamos tomar algún desvío que diese a la pista principal del fondo del valle pero no hubo suerte y del Gabitón fuimos valle abajo hasta llegar al cruce con la pista que une Valle de Lago con el propio lago. Desde aquí son unos 7km. subir y bajar al lago, así que lo dejamos para otra ocasión.
En lugar de tomar la pista principal subimos unos 300m. y tomamos otra pista que baja entre los árboles por la parte izquierda del río. Este camino es mucho más bonito y con un firme más juguetón.
Avelino empieza a oír un ruido raro, paramos y no sabemos bien si es el buje, cadena… hasta que se encuentra con esta «chincheta» en la cubierta
Aquí la cámara antipinchazos no puede hacer nada, así que toca poner un parche.
Más adelante también habían pinchado así que cuando nos unimos al resto ya casi estaban listos para continuar. La mala suerte se ceba con el grupo y ahora es la rueda de Pablo la que está en llanta; ya van 3 pinchazos.
La pista nos deja en L’Auteriu donde repostamos agua en la fuente y por tercera vez nos encontramos a los de Syncro que acababan de comer en una terraza.
Bajada por carretera a Valle de Lago y tomamos una pista a derecha que atraviesa un desfiladero entre este pueblo y Veigas.
La bajada está en muy mal estado, apenas queda hormigón y hay mucha piedra suelta, además es bastante empinada.
Primero es Hugo el que pega con la rueda delantera en una roca del borde de la pista y se cae. Más adelante el mismo protagonista lo adelanto mientras se levanta del suelo, se había caído al no poder sacar el pie del pedal. A continuación pincho yo y ya van 4 en total.
Reanudamos la bajada, unos 200m. adelante nos estaban esperando el resto a Hugo y a mi. Aquí nos vuelven a adelantar los leoneses.
La bajada ahora con mejor firme pero más pendiente y rápida. Justo antes de llegar a la carretera uno de los de Syncro que iba delante del todo casi se come un todoterreno que subía, el chaval estaba pálido y el conductor se quedó de piedra. Libró por menos de centímetros.
Siguiendo carretera abajo damos a Veigas donde nos espera la gran fartura. Son casi las 16:00
Lo primero es montar las bicis para que no nos quede nada pendiente después de hartarnos a comer.
Empezamos con la carta.
De primer plato:
Fabada para Avelino, Jorge, Pablo y Rubén. Realmente buena, además con el punto de picante que a mi me gusta.
Pote de berzas para el señor Hugo, le pusieron como para tres fornidas personas.
Luego estaban Carlos y Fede que se pidieron una ensalada, en fin…no merecen vivir.
De segundo: aquí había mucho y muy bueno donde elegir: chuletas, escalope, jabalí, solomillo, caldereta cordero, picadillo… por supuesto todo carnaza.
Creo que Jorge y yo nos pedimos unos escalopes:
Fede jabalí con patatas, si no fuera suficiente esa cacerola de jabalí aún tenía un platao de patatas al lado.
Y de postre: tarta queso, chocolate, helada, arroz con leche…
Aquí la tarta de queso.
El arroz con leche la verdad que dejó un poco que desear la presentación pero estaba bueno aunque no me parece que fuese su especialidad.
La verdad que comimos hasta reventar; yo no me encontraba muy bien hasta pasada media hora y Pablo también sufría pero no en silencio. Salimos para la terraza a tomar el café y los chupitos, el sol apretaba pero no afogaba.
Va a ser casualidad que en esta foto salen un par de amigos de Madrid que viven en Avilés, hasta después de un buen rato que me vinieron a saludar ni me enteré. Asturias es un pañuelo.
Como siempre, la crónica tan buena como la misma ruta. Eres un crack, deberías cambiar la informática por la literatura…
jajaaj, gracias Tayuelu pero ya os tengo dicho que no me deis ánimos que luego me lo creo 😉
Por fin he leido la cronica. Una pasada. A ver que toca este finde…