- Fecha: 11-8-2007
- Itinerario: Villanueva – Tenebredo – Dosango – El Campo – Cardeo – Busloñe – Viapará – Angliru – Viapará – Busloñe – La Vara – El Campo – Pedroveya – Dosango – Villanueva
- Personas: Jorge, Carlos, Paco y Rubén
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 61,40 Km
- Tiempo en marcha: 5:03:01
- Velocidad media: 12,15 km/h
- Velocidad máxima: 76,51 km/h
- Cadencia media: 61 (aprox. 18483 totales)
- Altitud salida: 170m.
- Altitud máxima: 1577m.
- Altitud mínima: 170m.
- Desnivel acumulado: 2490m.
- Índice IBP: 207 aprox.
- Track GPS
- Álbum de fotos:
- Altimetría:
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Después de estudiar mil formas de tocar tierra en esta ruta optamos por lo más cabal, teniendo en cuenta que solo plantearnos esto es de locos, y es hacerla casi íntegra por asfalto.
En principio iba a sugerir que quien no se encontrase con fuerzas saliese de Dosango y así se ahorraba la dolorosa subida por Tenebredo pero aquí nadie quiere ser menos y vamos a por todas. No solo conseguimos la gran hazaña de subir el Angliru sino que nos metimos más de 60km. y con subidas con rampas del 20% como la de Tenebredo o a la vuelta la de La Vara.
Hoy tocaba madrugar y mucho. El horario previsto para llegar antes de las 15:00 al restaurante era empezar a rodar a las 8:30 como muy tarde. Hasta Las Xanas (Villanueva) hay 50min. en coche, así que nos levantamos antes de que saliese el sol.
Yo conseguí llegar antes de la hora acordada y aproveché para cambiar una cámara pinchada (¡qué sorpresa!).
Hoy era día de estreno, de la equipación del foro MTB, Zona Norte. Y sinceramente le dimos un buen homenaje a la equipación; en mi caso unos 4l. de líquido vital que se fueron en forma de sudor perfectamente absorbidos y evaporados por la tecnología Coolmax. Como yo no compré el culotte no puedo decir si los cojoncillos van frescos o no.
Decir que el día que hizo fue fenomenal y la manga de este malliot es un par de cm. más corta que del que tenía, así que siguiendo con el mote que me pusieron los Zoquete-payaso ahora debería ser «chocolate-fresa-nata».
En el área recreativa de las Xanas, listos para la aventura después de algunos ajustes en las trotonas.
Subida a Dosango por Tenebréu, realmente dura y nada más salir. Empezamos ya con el platillo. Yo creo que solo usamos plato pequeño para las subidas y grande para las bajadas. Pasando Tenebredo se tuerce a derecha hacía el cruce, aquí hay una subida más dura aún que lo anterior, hay un cartel con la inclinación pero está para los que bajan, según comentó un lugareño por los foros es del 20% y durante un buen tramo. Bajando decía que se pueden superar los 90km/h tranquilamente, lástima que a la vuelta no la hiciésemos, habrá que acercarse otro día.
Y por detrás (menudo pase de modelos):
Antes de llegar a Dosango hicimos la primera parada, aprovechamos unas rocas en la curva para no sacar el trípode y: foto de grupo.
De Dosango bajamos a El Campo, para variar me equivoqué y seguimos de frente, enseguida vi que pasábamos por el lado equivocado del embalse de los Alfilorios y paramos todos, ¿todos?… no, un irreductible globero siguió de frente pese a gritarle y llamarle por radio. Jorge más atención a radio-vuelta y menos a las bajadas que luego hay que subirlas. Una vez reagrupados hablamos con un paisano que nos comentó que mejor fuésemos por La Vara, en realidad yo quería ir por Cardeo pero no supe explicarme.
En el siguiente pueblo cuando ya íbamos a subir a La Vara hablamos con un señor que salio de su casa al ver que parábamos delante de ella (alguien quería desalojar líquido) y después de varias frases sin sentido conseguimos aclararnos y que nos dijese donde tomar la carretera a Cardeo, solo era 50m. más adelante.
Aquí viene una bajada bastante pronunciada entre árboles autóctonos, principalmente castaños, que dado el sol que hacía resultaba refrescante. Curvas cerradas donde había que frenar bien, por suerte no nos cruzamos con ningún coche y fue la tónica general de la ruta a excepción del tramo duro del Angliru.
Una vez en Cardeo ya tomamos lo que es la subida al Angliru desde Santa Eulalia, en realidad empezamos casi 4km. más arriba pero esos km. son muy suaves. Desde abajo serían 17,7km. de subida, ahí es nada.
Según vamos pasando pueblos se hace más dura la subida, algún descansillo y bajada. En Busloñe paramos para reagruparnos y hacer un pequeño avituallamiento solido. Saliendo de Busloñe ya no quedan más casas y la última fuente está en Viapará. En esta zona hay rampas bastante duras, de hasta el 18% que nos hacen sudar de lo lindo.
Justo antes de llegar al área recreativa de Viapará nos avisan de lo que nos vamos a encontrar.
Y por si no fuese suficientemente desmoralizantes los hitos en la carretera que marcan la pendiente, altitud y km. que faltan, en todo momento ves por encima tuya la carretera y por donde tienes que subir, como me dijo un vasco: «no mires para arriba».
Aquí desde Viapará contemplando la pared que hay que subir:
Por fin llegamos a Viapará, a partir de aquí será un: sálvese quien pueda. Pero antes un merecido descanso, cargar agua que va a hacer falta y hacer unas fotos:
Detalle de los nicks, yo no se para que lo puse si no se me ve:
Aún tenemos una zona de falso llano con un poco de bajada y en seguida se ven unas curvas en S sobre unas praderías, comienza lo duro: Les Cabanes con un máximo del 22% y en 400m. apenas baja del 19%. Aquí nos habíamos juntado nosotros 4 y un par más.
Con estas pendientes no hay ritmo que valga, cada uno ha de ir al límite de sus fuerzas, intentar dosificar si es posible pensando en lo que queda y recuperar cuando las rampas bajen del 13%
Así que yo me puse con mi ritmillo y me distancie un poco junto con un chaval que iba el padre en coche siguiéndole por tramos. El tío tiraba bastante y enseguida me pasó, me sacó unos metros y hasta Les Picones, con el 20%, no conseguí ponerme a su altura. Yo ya iba con todo mi desarrollo y el ¡en plato mediano! Empezamos a hablar y resulta que era vasco (normal, con dos cojones) pero pensaba que lo más duro había pasado, así que le dije que aún quedaba lo peor, más duro y más largo, se lo expliqué bastante bien y le dije que se lo tomase con calma. Creo que lo hundí moralmente porque poco más adelante se quedó descolgado y seguí en solitario.
En las curvas se juntaban un par de coches que acompañaban a amigos o parientes que subían sobre las escuálidas y sufridas monturas, los cuales no paraban de dar ánimos a todo el que subía, también algunos ciclistas que ya bajaban.
Un vasco con un Ibiza que coincidí en numerosas curvas me decía:
«no mires arriba»
a lo cual le respondí en broma:
«mejor miro p’abajo»
Pasados Les Picones (un km. al 13,7% de media) empiezo a ver por encima mía la Cueñe les Cabres, solo imaginármela me hundía la moral. Veo algo sorprendido que ya estoy llegando a Cobayos, aunque aún queda lo más duro. Aprovecho para hacer la última foto en marcha, voy a intentar no posar pie en la subida aunque se que va a ser imposible ya noté que llevo un desarrollo muy justo.
La curva resulta dolorosa, una señal indica que es Cobayos. Aprovecho todo lo ancho de la curva para recuperar llegando casi a parar antes de encarar los 450m. de la Cueñe les Cabres.
Aquí el del Ibiza, viendo que era vasco le digo pregunto que qué tal va su amigo que lo vi subir muy fuerte con catalina mediana y se quedo atrás. Me dice que no es su amigo, que ese había parado, que el suyo es uno de blanco que viene detrás.
Dejo las cabañas y a continuación es como si me topase con una pared, pienso: no puede ser que con una bici de montaña y todo el desarrollo no sea suficiente, me retuerzo sobre la bici y empiezo a zig-zaguear veo el cartel de la Cueñe les Cabres y dejo pasar al del Ibiza. A continuación me adelanta su amigo con una Mondraker, por cada pedalada que daba yo el daba dos, a punto estuve de preguntarle cuánto pedía por la bici. También es cierto que el tío subía sobrao, o eso parecía.
En numerosas ocasiones miro abajo por las revueltas de la carretera a ver si veo a alguien conocido y con la escusa de hacer una foto paro. Por suerte no veo a nadie y aunque voy a límite solo pienso en que si pongo pie a tierra tendría que volver a hacer este infierno ya que no estaría «perfecto».
Acabada la Cueñe les Cabres bajan dos betetistas que dejan un fuerte olor a frenos quemados, luego me comenta Jorge que habían parado porque estaban sin frenos.
A continuación se ve la carretera en zig-zag por encima de nuestras cabezas, increíble como gana altura, esto es el Aviru con un 21,5% resulta casi más duro que Les Cabres, ya tocado y hundido física y moralmente. Después de una horquilla a derecha hay una zona del 10% que es un auténtico placer, dura poco pero puedes hasta bajar un par de piñones y recuperar el aliento.
Luego queda Les Piedrusines al 20%, un mirador y falso llano donde por fin se puede hacer uso del plato mediano. Con la Gamonal a nuestra derecha, la carretera tuerce a izquierda y bajada hasta el aparcamiento donde se entra triunfalmente metiendo todo el desarrollo.
Aquí el del Ibiza me saluda y felicita, es lo bueno del Angliru toda la gente está mentalizada que esto es lo más duro, hay mucho cicloturista que sufre lo mismo que tu por lo que se crea un nexo para comunicarse y darse ánimos que es todo buen rollo y colegueo aún sin conocernos de nada. En otros puertos más pequeños la gente va a su bola y en otros casi tan duros, como el Gamoniteiro, como no hables con las vacas lo llevas jodido.
Al final lo logré y sin poner pie a tierra, aprovecho para beber y comer lo que me quedaba en la mochila, hago la foto de rigor ahora que está libre la señal, hora de llegada 12:42, aproximadamente 1hora y 22min. desde Viapará.
A las 12:57 llega Carlos y con un minuto de diferencia Jorge. Según me comenta estuvo bastante tiempo parado, si no posa pie llega a la vez que yo o antes incluso. Solo queda Paco.
Jorge me comenta que el chaval vasco le dio una pájara tremenda, vomitando y tirado en la carretera en la Cueñe, acto seguida hace acto de presencia y nos lo cuenta en primera persona. Todo un héroe; con esa pájara y subir los 3,5km. durísimos que aún le quedaban.
Sobre las 13:20 llega Paco, lo bueno que la llegada está en bajada es que se les ve llegar muy enteros a todos.
Nos viene un maño que reconoció el el foro que figura en la equipación, charlamos un rato con él mientras otros cicloturistas hacen fotos con el cartel, al final nos toca el turno, foto para recordar (lástima que no saliera mejor):
Vamos con el tiempo muy justo para llegar a comer, así que organizamos las paradas: foto en el mirador y en el cartel de la Cueñe les Cabres fijo y luego ya veremos si alguna más.
Y en la Cueñe ya empezaba a oler a quemado, Jorge adelanta al 4×4 y se lanza como un loco mientras gritamos por aire, tierra y radio que pare para la foto. Resulta que se quedó sin frenos y llegó hasta Cobayos. Paco también se queda sin freno y tiene que soltar los automáticos para ayudar a frenar con el pie.
Según paro al lado del cartel, no pasan ni 2 seg. cuando la rueda se deshincha de repente, menudo cabreo, otro reventón, a cambiar la cámara. Luego en casa descubrí que estaba bien, debió ser la válvula.
Aquí también hay cola, gente que sube y quiere hacerse la foto, al final aquí está, esta salió un poco mejor:
Detalle del freno delantero de Paco:
Carlos se empeñó en que le hiciese una foto en una curva, no era la Curva Cobayos pero tuvo que conformarse con esta, la que quería (se podía saltar por el interior) estaba el ganado en medio:
Llegamos a Viapará y repostamos ya que estábamos secos desde que llegamos arriba. Parece mentira que lo que tardamos en subir hora y pico lo bajemos en unos minutos y más aún cuando hace nada estábamos 1000m. por encima viéndolo desde aquí abajo.
Aún quedaban kilómetros, algunas subidas dolorosas y no había tiempo que perder.
Seguimos por donde vinimos con frecuentes reagrupamientos después de los repechos y pasado Busloñe tomamos una subida durísima a La Vara, aunque fuese corta a estas alturas resultaba demoledora, alguno tuvo que bajarse de la bici mientras un paisano muy mayor con varias veces su volumen en hierba a cuestas hacía varias paradas en esta subida, esto es trabajar.
Aquí me acuerdo de que la pedazo cadena que llevo en la mochila para candar las bicis en el restaurante con la que llevo cargando todo el día no sirve de nada ya que me dejé la llave en el coche, reír por no llorar.
De La Vara bajamos a la carretera que nos lleva a El Campo aún con subidas y en este pueblo decidimos tirar Jorge y yo para ir cogiendo mesa en Casa Generosa, eran las 15:20 y quedaban 4km. de subida.
Jorge sale como rayo y empieza una dura subida donde tenemos que meter otra vez el platillo, yo no se si llegaré siquiera. Luego suaviza la subida y podemos subir catalina, sigue marcando un ritmo infernal, tanto que tardo un par de km. en cogerlo y cuando lo hago a punto estoy de decirle: «sigue sin mi, sálvate tu que puedes, yo solo soy un lastre», pero él iba igual. Así que como decía el Chivi (incluso tiene cierta analogía con el sadomaso): «rozando el límite, e incluso, sobrepasándolo» llegamos a Pedroveya.
Por suerte pudimos comer fuera, debajo de uno de los dos hórreos. Aquello estaba a rebosar de gente, parece mentira que una casa/bar en un pueblo perdido entre las montañas atraiga tanta gente.
Casi no llegamos pero mereció la pena solo por la fartura en Casa Generosa. Qué fabada! qué pote! qué cabrito! y el arroz con leche no se si será la mejor del mundo (como dicen por ahí) pero si la mejor que he probado.
La Fabada, que placer, y que gases
El Pote también tenía muy buena pinta:
El segundo plato: Cabrito y Carne Asada. Aquí ya sobró más, había hambre pero nuestros estómagos tienen un límite:
Y los postres:
La Tarta de la Güela
Y ahora a reposar la farturona en el prao de la iglesia, final de la ruta del desfiladero de las Xanas. Alguno ya estaba preguntando cuál era el camino de vuelta a los coches que no tenía subidas y pretendiendo bajar por el desfiladero.
Última foto de grupo en la iglesia de Pedroveya.
Para ir hasta el coche aún nos quedaban unos duros repechos. Primero de la iglesia al pueblo, unos 100m. que dolían. Luego saliendo del pueblo unos 700m. duros que se hicieron mejor de lo esperado.
Mientras esperamos en el cruce para ir a Dosango pasa un monovolumen y cuando pasan a nuestra altura nos preguntan si vamos a ir por ahí. Le digo que si y pone cara de «estáis locos» así que le digo que ya lo hemos subido y su asombro aumenta hasta una expresión cómica, si supiese lo que hicimos igual se le desencaja la cara. Estos sureños que vienen a Asturias y con un par de rampas quedan impresionados XD
La subida a Dosango son 800m. que se hace bastante bien. Teníamos pensado volver por la carretera pero cuando les dije que en un principio tenía previsto ir por aquí:
y con la pinta que tenía no nos pudimos resistir, así que al final algo de tierra si que pisamos. Y también pedrolos como cocos:
El camino nos deja a algo más de 1km. del área recreativa, ahora todo es bajada y aquí alcanzamos la máxima. Si llegamos a hacer la bajada por El Cruce y Tenebredo hacemos record histórico.
Ahora a pensar en la próxima teniendo en cuenta que nos queda la subida al Angliru por Riosa (La Vega) que es por donde lo subió la Vuelta.
Lo primero felicitar a Rubén por darnos la oportunidad de participar en una de sus magníficas rutas. Esta ruta la tendré siempre en mente por muchas razones, entre las cuales hacer notar el buen ambiente, la falta de incidentes, el subir más o menos bien el Angliru, la comida y como añadido creo que hemos realizado una gran promo de las nuevas equipaciones de la zona norte.
Estoy impaciente por participar en otra de esas impensables de Rubén.