- Fecha: 5-1-2008
- Itinerario: Gijón – Aboño – Xivares – Perlora – Candás – Antromero – Luanco – Perlora – Xivares – Aboño – Gijón
- Personas: Jorge, Carlos, Paco, Dani, Francisco, Jorge Juan y Rubén
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 50,37 Km
- Tiempo en marcha: 4:02:15
- Velocidad media: 12,47 km/h
- Velocidad máxima: 50,10 km/h
- Altitud salida: 2m.
- Altitud máxima: 100m.
- Altitud mínima: 0m.
- Desnivel acumulado: —
- Álbum de fotos:
Primera ruta en grupo del 2008. Una ruta local, suave y asequible para poder participar todos e intentar juntar, al menos, a los 5 miembros fundadores de este grupo. No pudo ser aunque tampoco salió nada mal, solo faltó un socio fundador y ganamos 3 compañeros que espero repitan.
En esta ruta el guía fue Carlos, ya nos esperábamos lo peor, pero contra todo pronóstico llegamos a Luanco sin perdernos ni una vez.
El día amaneció despejado y con una agradable temperatura gracias al aire del sur, a las 9:15 había 16º.
Sobre las 9:30 ya estábamos los 7 listos para partir.
Toca un poco de carretera al principio, hay que atravesar la Calzada y llegar a Aboño. Aquí vienen las primeras dudas, había que cruzar unas vías de tren pero no encontramos el camino, por suerte Dani recuerda los talleres «Alegría» y por ahí subimos hasta dar a una casa por donde una infanta que existía en 1915 había hecho un paseillo, con tanto adorno y parafernalia parecía más importante que el paseo de Neil Armstrong.
Aquí tomamos unos caminos que nos van acercando al mar y a Xivares:
Llegamos a Xivares y buscamos unas escaleras para hacer el cafre, a mitad de ellas sale un camino un poco oculto que tenemos que tomar para seguir la senda costera hasta Perlora.
En esta senda, creo que va por el antiguo cajetín del Carreño (tren Avilés-Gijón), hay un par de túneles y pasando el segundo podemos contemplar Perlora:
Un par de fotos saliendo de Perlora:
Antes incluso de salir ya se puede ver Candás:
Y después de una bajada técnica tenemos un trozo de acera donde hacer volar las trotonas.
Llegamos a Candás, a la salida tenemos una fuerte subida por un parque hasta dar al faro donde hacemos la foto de grupo:
Vista del faro según abandonamos Candás.
Pasamos por unas praderías, en este tramo hubo un par de caídas sin importancia.
Después de una bajada técnica entre unos eucaliptos pasamos una playa de piedras para subir por una de las mayores pendientes de la ruta. Según el cuenta de Jorge el máximo que marcó fue 25% es probable que fuese aquí:
Llegamos a la playa de San Pedro y después de algunas dudas sobre qué camino tomar para atravesar Antromero decidimos tomar el más pegado a la costa:
Esta es una zona que solía venir de pequeño a bucear con mi padre cuando el mar estaba en calma.
Aún tenemos unas pistas y caminos por prao antes de tomar la carretera a falta de un kilómetro a Luanco.
Y por fin hacemos la entrada triunfal en Luanco:
En el puerto paramos a comer. En este punto he de señalar la gran adquisición del globero Dani que va a ser de gran valor en rutas gastronómicas, tanto de plato como tupper, es imposible reproducir la descripción del bocadillo que se hizo pero creo que llevaba chorizo, queso, aceite… en pan de chapata, así se alimenta un campeón.
Había algo de prisa, así que la vuelta hasta Perlora iba a ser por carretera y ahí decidíamos. Pero como dice una canción de Avalanch: «vientos del sur traen tempestad», antes de salir de Luanco ya estaba lloviendo copiosamente. Así estuvo intermitentemente durante un rato, luego nos dio una tregua hasta llegar a Gijón.
En Perlora Francisco y Jorge Juan deciden volver por carretera. Paco al final se une a nosotros y volvemos los cinco por los caminos de la ida.
Nada reseñable salvo unas escaleras que bajamos en Xivares haciendo trabajar la suspensión, a Jorge lo vamos a apodar el «martillo neumático»
Llegando a Aboño un chaval en coche se picó con nosotros, creo que pedía paso al pitar pero pillamos descenso en la pista y quedó descolgado.
Pasamos por el Musel, la Calzada… hasta llegar a Viesques. Parece que Jorge y Dani no tuvieron suficiente así que marcharon camino del Fario para ver si cansaban un poco.
Deja una respuesta