- Fecha: 26-06-2010
- Itinerario: Tuñón – Villanueva – Castañedo del Monte – Sierra de Buanga – Cascadas Guanga – San Andrés – Tuñón
- Personas: Fede, Hugo y Rubén
- Hora salida: 14:40
- Hora llegada: 18:45
- Datos Cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 14,80 km
- Tiempo de marcha: 1:53:28 horas
- Velocidad máxima: 47,71 km/h
- Velocidad media: 7,82 km/h
- Datos GPS:
- Distancia: 16,33 km.
- Altitud salida: 155 m.
- Altitud máxima: 676 m.
- Altitud mínima: 124 m.
- Desnivel acumulado positivo: 960 m.
- Índice IBP: 105
- Track GPS
- Álbum de fotos:
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Hugo, Fede y un servidor… menuda liada que me espera, fijo. Ir con estos dos en una ruta por su territorio es garantía de aventura. Hacía tiempo que no coincidíamos y es un placer y sinónimo de diversión.
Es cierto que la ruta es aventurera pero estaba muy bien preparada, además para ser realizada en unas horas en la tarde del sábado ya que Fede trabajaba de mañana.
Quedamos en Tuñón a las 14:15, las previsiones eran de chubascos y tormentas pero de momento aguanta.
Comenzamos rodando por la senda del Oso charlando tranquilamente hasta Villanueva. Aquí toca meter todo el desarrollo y retorcerse sobre la bici.
No es mucho el desnivel a ganar pero las rampas son durísimas y el calor y la humedad no ayudan a ratos montados y otros andando… pasamos por debajo de un árbol caído a causa de las lluvias.
Tenemos que llegar a Castañedo del Monte, hay dos opciones de frente por pista ciclable o a la izquierda por camino porteable… la duda ofende.
Continuamos ascendiendo por el GR-101 o Camino Francés hacia Cuevallagar.
Aunque nos desviaríamos para ir hacia la sierra de Guanga o Buanga. Tenemos unos cientos de metros por carretera y el último repecho antes de la bajada.
Nos encontramos una pradería entre el mar de felechos a la falda de la sierra de Guanga. El camino casi ni se ve.
El sendero se vuelve técnico con enormes piedras. El primero en probarlas es Fede con un golpe seco aunque sonó como a coco hueco fue en la pierna. Le saldría un bonito moratón recuerdo de Guanga, menos mal que llevaba protecciones.
A continuación Hugo siguiendo fielmente las indicaciones del guía:
– !por la izquierda, tira(te) por la izquierda!
Como no tienen suficiente vuelta a repetir… a mi me daban dos. Si es que son unos cracks, yo con media ya tenía bastante.
El sendero no da descanso, la bajada es mucho más endurera de lo que me había imaginado y ni siquiera hemos llegado a la zona de las cascadas.
Fede nos comenta que la ruta sube a unas casas, la Corredoria, y da vuelta al monte para ir hacia las cascadas. Pero los truenos retumbando nos aconsejan seguir directos a las cascadas y evitar este bucle.
Llegamos al río de Guanga, las recientes lluvias ayudaron a hacer el camino más interesante.
Cruzamos el arroyo, avanzamos un poco por sendero y nos desviamos para visitar las famosas cascadas en la zona del Molino de Guanga.
Los últimos metros tienen que ser a pata pero bien merece la pena.
Aprovechamos para comer algo en idílico entorno y Fede me indica que unos metros más abajo hay otra cascada.
Según me acerco veo una caída de unos 10m. impresiona. Llegando por el propio río me asomo y una caída vertical mayor que la anterior cascada. En un árbol hay unas cuerdas de bajar rapelando.
Volvemos al sendero para afrontar la última parte de la bajada. Un sendero precioso con tierra algo suelta, me voy lanzando con la Remedy hasta que veo una roca en el camino, no me da tiempo a frenar y tampoco paso por un lado así que a morder polvo (literalmente).
Esta es la piedra, el GPS quedaría un rato esperando entre los helechos a que volviésemos a recuperarlo.
La bajada continua en unas zetas casi imposibles de hacer, Fede nos cuenta que cuando vino con Fierros ester tiró por medio de los felechos.
El camino se abre y ahora hay algo de balcón por lo que da más miedo, más pindio y el terreno muy suelto. Así que peso atrás y procurar no embalarse.
Evito los zig-zags del camino bajando recto, más pendiente pero al menos la rueda delantera va por donde yo quiero.
Fede enfila el camino ya hacia el bosque.
Una última foto de la bajada, zona de castaños hendidos por rayos.
Comienzan a caer unas gotas, ya casi hemos librado así que terminamos de bajar por carretera y senda del oso para volver a Tuñón.
Unas cañas en el chigre de San Andrés comentando rutas pasadas y venideras como la de este domingo en Somiedo.
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