- Fecha: 29-9-2007
- Itinerario: Avilés – Alto de la Reigada – Grado (hasta aquí solo Rubén) – Alcubiella – La Condesa – San Adriano – Cuevallagar – Marabio – Puerto Marabio – Alcubiella – Grao
- Personas: Hugo, Fede, Jorge y Rubén
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 94,46 Km
- Tiempo en marcha: 7:23:45
- Velocidad media: 12,77 km/h
- Velocidad máxima: 72,28 km/h
- Cadencia media: —
- Altitud salida: —
- Altitud máxima: —
- Altitud mínima: —
- Desnivel acumulado: —
- Álbum de fotos:
- Altimetría:
- Enlaces relacionados:
Ruta de las denominadas «impensables» organizada por Hugo. En un principio salían unos 75km. sobre el mapa, al final no pudimos hacer la parte del Camino Real de la Mesa y en los puertos de Marabio tomamos carretera hacia Grao. Incluso así una ruta preciosa, bastante dura pero asequible.
La ruta parte de Alcubiella, a 3 km. de Grao, pero yo en un acto de puro masoquismo decido ir desde Avilés hasta Alcubiella en bici, a ver si así me harto por una temporada.
Salí sobre las 7:45 de Avilés, completamente de noche. En cuanto comencé a subir el alto de la Reigada y deja de haber farolas uno lo pasa mal ya que hay bastante tráfico, por suerte a media subida comienza a amanecer.
Me llevó 1 hora y media exacta llegar a Alcubiella donde ya estaban esperando Hugo, Fede y Jorge.
El cielo esta bastante cubierto y en alguna ocasión nos llueve por la mañana pero al final el día aguantó bastante bien, con buena temperatura, nubes altas e incluso nos pegó el sol un buen rato.
En Alcubiella comenzamos la ruta y directamente por caminos, primero pasamos por el «puente del infierno», el que quiera saber por qué Hugo le puso ese nombre tendrá que ir con él a una ruta por la zona. Pasando el puente y unas cuantas portillas el camino se cierra, aquí acabamos con las piernas rojas por las hortigas:
El camino se abre en forma de pista más bien poco transitable y empiezan las verdaderas subidas, porque si algo hay en esta ruta son subidas. Teniendo en cuenta que partimos de unos 60m. de altitud tenemos que subir a casi 1200m.
Pasamos por la zona de La Condesa, seguimos subiendo hasta ir a dar al pueblo de San Adriano, prácticamente abandonado. En todo el pueblo había dos paisanos atendiendo sus huertas, con uno estuvimos charlando un buen rato y nos hizo una foto.
Continua el ascenso camino de Cuevallagar y ahora viene lo peor, primero entre árboles y luego sin sombra en un mar de helechos. El camino es empinado, tanto que tenemos que para cada poco, salvo Jorge que sube como un tiro, yo empiezo a flaquear y tengo miedo que me de una pájara. Justo antes de empezar estas rampas Hugo y yo tuvimos que hacer un pequeño avituallamiento solido que a mi no me sirvió de nada.
Desde arriba veríamos la impresionante subida, realmente impacta tanto que si me enseñan una foto antes de empezar digo que la suba otro.
Para rematar la dura subida aún queda una rampa sobre hierba más dura aún.
Vamos a dar a un pista que sube hacia Cuevallagar, la pendiente también pindia nos hace seguir sufriendo. Paramos en la fuente para rellenar bidones y continuamos, llegando a un cruce se puede observar en toda su magnificencia la increíble subida entre el mar de helechos, el efecto visual hace que parezca mucho más empinada que la rampa por la hierba.
Llegamos a Cuevallagar donde paramos a comer y Hugo a arreglar el segundo pinchazo.
Aprovechando el buen tiempo y es que pocos días quedan que podamos estar tirados en el prao comiendo tranquilamente sin pillar una neumonía.
Para continuar hacia el pico Caldoveiro obviamente hay que subir, más aún.
Este tramo es el que desconoce el guía de la comitiva y ya nos había avisado de que igual había problemas con la ciclabilidad. De momento vamos por hermosas praderías con árboles autóctonos.
Después de un pequeño respiro vuelven las fuertes y técnicas rampas:
A partir de aquí es un continuo sube-llaneo pasando de una vaguada a otra con zonas no ciclables pero realmente bellas.
Se hizo más largo de lo esperado hasta llegar al Caldoveiro
El camino se pierde y buscamos entre los árboles el paso para bajar al valle con la laguna al pie del Caldoveiro
A la altura de la laguna nos encontramos con un grupo de senderistas que nos preguntaron por algún sitio atechado para pasar la noche, eran las 5 de la tarde iban a subir el Caldoveiro y luego querían ir a Cuevallagar.
Subimos por el otro extremo del valle, el paso que nos muestra el Puerto de el Marabio y la bajada que nos espera (por fin una bajada)
Aquí el aborigen señalando el infernal camino que se ve al fondo y que deberíamos tomar para ir en busca del Camino Real, lo dejamos para otra ocasión ya que no hay tiempo ni ganas.
La bajada es de las que a mi me gustan: lentas, técnicas y buscándote tu el camino. Aquí pude poner a prueba la nueva horquilla y aprovechaba todos los pedruscos para pasar por encima de ellos; en la subida creo que la geometría empeoró bastante el comportamiento, al menos, en estas bajadas algo de mejoría si que noto ya que no necesito andar bajando el sillín para no salir volando.
Llegamos a la carretera del puerto y en vez de bajar comienza subiendo. Hugo vuelve a pinchar, creo que es la quinta y aprovechamos otro prao para descansar mientras él trabaja.
Un poco más de subida hasta llegar a la cota más alta del puerto (1051m.) y a partir de aquí empieza la bajada. Tiene unos kilómetros con una pendiente media en torno al 10% así que se puede coger una buena punta.
Cuando la pendiente empieza a suavizar ocurre la desgracia y es que llevábamos unas cuantas rutas sin accidentes. Esta vez le tocó a Hugo que cayó sobre el asfalto y fue arrastrándose un buen trozo raspando rodilla, casco y el malliot. La bici también sufrió la caída y se quedó sin freno delantero y la rueda trasera bastante descentrada.
Aquí la víctima dando las gracias al casco por salvarle de mayores consecuencias. A ver si esto sirve para que aquellos que no llevan casco se den cuenta de la importancia que tiene.
Pararon un par de coches muy amablemente a ofrecernos ayuda pero Hugo es un sufridor nato y si las cuestas no pudieron con él tampoco lo va a hacer una caída por mucha sangre que pierda. Así que pudo continuar y hacer los 15km. que aún nos quedaban.
Para finalizar el día unas cañas en un bar de Grao mientras se hace de noche.
Como siempre entretenida crónica y estupendas fotos. Lástima de la puñetera caída que me estropeó lo que hasta entonces había sido un fenomenal día de btt.
Espero que no te ‘jartes’ de bici todavía. Es muy agradable llevar gente tan competente de compañeros de ruta, sería una pena perder más oportunidades.
Gracias y hasta la próxima.