Hay ideas o proyectos, si es que tienen suficiente entidad, que los persigues y preparas durante tiempo. Otros llegan cuanto menos te lo esperas. Este fin de semana es un poco ambos: la aguja era algo que tenía desde hace tiempo en mente pero juntar enduro, escalada y vivac se puede decir que llegó casí por sopresa, aunque es una evolución natural en las actividades que vamos haciendo.
Hace más de 4 años conocí el Tiatordos y la aguja en una ruta un tanto especial porque después de mucho tiempo volví a salir de montaña con mi padre. Uno de los objetivos ese día era también bajar por la Foz de la Escalada con la bici así que me la llevé a cuestas: dimos toda la vuelta al Tiatordos, vimos el Fuso la Muyer, subí al Tiatordos y a pesar de la dureza y el porteo disfruté de la bajada por la Bufona y la Foz de la Escalda. Poco después comencé a escalar, vi una portada de revista creo que de los años 90 de un escalador en la aguja con Picos nevados de fondo y enseguida pensé: un día haré la aguja y subiré la bici.
TIATORDOS from abraham julias on Vimeo.
Casualidades de la vida unos días después me dio por preguntar a un par de revistas si se acordaban de la foto, a ver si había manera de conseguirla. Pues bien, en Desnivel se acordaban perfectamente, me pusieron en contacto con el autor y además me pidieron un pequeño texto y unas fotos para publicar un artículo en la revista Grandes Espacios de Desnivel. Esperaba una pequeña reseña en una esquina y cuando vi el resultado… dos páginas completas con la foto en la aguja, si lo llego a saber me hubiese currado más el texto de todas formas no dejéis de haceros con la revista que merece la pena.
- Fotos publicadas en la web de Grandes Espacios: http://url.desnivel.com/cicloalp
- Fotos: https://www.flickr.com/photos/rubenmarcos/sets/72157661008453131/
Hace dos semanas un colega (José Ángel) sube unas fotos de la aguja, además su compañero de cordada realiza un croquis detallado y actualizado. Ya había descartado hacerla este año pero entre las fotos y el buen tiempo…
Dos miércoles atrás en el rocódromo ya voy soltando globos sonda, al día siguiente viene Sergi a por un amortiguador para probar y le enseño las fotos:
– ¡¡Hay que ir!!
Sonrio para mis adentros, ya ha mordido el anzuelo. Al día siguiente marchamos a Gredos y aunque estoy en plena organización del viaje mis pensamientos ya viajan al Fuso, le digo: si se mantienen las previsiones lo hacemos el próximo fin de semanas. El siguiente miércoles coincidimos en el roco:
– Recuerda: este finde ruta en bici y aguja: dos días.
Cerramos pacto con un apretón de manos y Sergi añade en coña:
– Podemos subir la bici.
Más serio que en un funeral le digo que llevo 4 años pensándolo. Intenta poner un poco de cordura diciendo que se ralla la bici, que es complicado…
Al día siguiente me llama Abraham y se apunta los dos días. Gafotas se unirá el sábado de noche para el vivac y la ruta del segundo día. Aunque faltan grandes compañeros, el grupo que vamos es de lo mejor y con los que más aventuras he compartido, confianza a tope.
Lo cierto es que di bastantes vueltas al planteamiento del fin de semana: quería hacer la aguja por la mejor aproximación en bici ya que son más de 1000m. de ascenso, pero también disfrutar de la Foz de la Escalada que nos deja muy lejos del punto de partida. Así que la única solución es hacerlo en dos días. Busco alojamientos pero en un momento dado se me escapa la idea de hacer vivac y Sergi recoje el guante… ¡ya está liada!
Entre los días cortos, la lenta progresión, los caminos que los he dibujado sobre mapas, ortofotos y pueden tener sorpresas… pues tenemos que madrugar mucho para ir con garantías el sábado. Concretamente nos levantamos antes de las 3:30 con idea de empezar a rodar a las 6:00.
Pasa Abraham a recogernos por Gijón. Pruebo la mochila: vamos a fundir entre comida, ropa, vivac, escalada…
Llegamos al puerto de Tarna, pasada la Foz aparcamos y vamos preparando mochilas, repartiendo material para comenzar aún de noche cerrrada aunque con un poco de retraso pues son las 6:35.
Después de 200m. de asfalto comenzamos con la subida por pista hormigonada a la Collada Xuacu. Subida durísima, la recordaba ciclable y hubo varios sitios donde tuvimos que posar pie. Al finalizar la pista despunta el alba, una fuente y empezamos a ver el Maciédome y Tiatordos, nos queda un camino en ladera hasta llegar a la Majada del Tiatordos. Parece mentira que estemos en noviembre, manga corta hasta de noche.
El avance por sendero técnico se hace más lento de lo esperado en parte por culpa de las mochilas. Pero las vistas y el amanecer compensan el sufrimiento. Paramos unos momentos para disfrutarlo. Impresionante Parque de Redes, Canto del Oso…
Voy metiendo un poco de prisa para no acumular retraso según el horario previsto, no me siento cómodo, hasta que no pasemos la parte de escalada no estaré tranquilo. Tenemos que recorrer el tramo de Tanda a Abiegos de día ya que son caminos que desconozco si existen. Paramos en la majada del Tiatordos a dejar el material que no sea necesario para aproximarnos a la aguja.
Abraham indica a Sergi que por allí ve un chigre. No faltaría nada… desde esta zona vemos Ventaniella, zona de vivaqueo esta noche, casi al alcance de la mano, parece que es dejarse caer por los hayedos pero aún tenemos un largo recorrido y también rodeo para disfrutar del concejo de Ponga.
Ya se deja ver Picos de Europa, el Cornión, Peña Santa aunque no queda nada de las primeras nieves caídas.
Después de un par de bajadas y remontes con porteos vemos el pico de la aguja asomar, solo si sabes lo que buscas y dónde está exactamente lo puedes distinguir, si viniésemos del lado contrario (Brañadosu) si la distinguiríamos bien. Hay que entrarle por arriba, una pequeña canal ascendente con pedrero y un hito que indica el giro a derecha y un pequeño sendero que nos deja por encima.
Aquí dejan las bicis Sergi y Abraham, yo después de investigar el camino la cargo a las espaldas. Sergi opta por el trazado recto, buen calentamiento para la aguja, igual se metió en más grado de lo que haremos.
Llegamos al Fuso de la Muyer, el nombre viene de «huso», elemento cilíndrico alargado que se usa en el hilado a mano. Son 25m. por el lado más accesible, las reseñas que había leído era que había algún clavo, un puente roca para la reunión. Pero mi sorpresa fue cuando encontré 3 parabolts y una reunión perfectamente equipada. Yo no soy nadie para valorar estas equipaciones pero soy más de la opinión que estas escaladas de alpinismo y más tan lejos de la civilización es mejor dejarlas lo más natural posible. También he de decir que ya que estaban los usé y no vino nada mal, al final cargamos con fisureros y friends para nada ya que no metí ninguno.
Esta foto es de 2011 viniendo del lado opuesto.
Preparamos el ataque a la aguja.
Paso clave del fuso, pocos apoyos para pies, manos en fisura sin buenos agarres y un paso en travesía a la izquierda con algo de exposición pero entre clavos y parabolts muy bien protegido.
Cojo el diedro, pero al final tiene algo de desplome por lo que es mejor salirse a la izquierda. Es el momento de más ambiente en la aguja, la verdad que me impresionó poco, no sé si me estoy acostumbrando, aunque hace un año en la Aguja de la Palanca lo pasé peor, aquí todo fue disfrutar y ninguna tensión.
Repisa cómoda y partir de aquí una trepada por detrás de grado II+ muy fácil hasta la punta.
Ahora viene la segunda parte, subir la bici. Sergi la prepara bien, atar manillar, tija… de tal forma que no se gire y evitar que peguen las barras de la horquilla. Algún enganchón pero la aguja es bastante vertical incluso con desplome lo que permite izarla sin muchos golpes y rayones. Finalmante conseguimos el primer objetivo del fin de semana: subir la Remedios a la aguja y fotos hechas por Abraham para el recuerdo.
Rápel volado. Aquí hay otra historia pero que ya contaremos en el chigre.
Y rápel de vuelta. Esta es la foto que tenía en mente.
Llevamos un buen rato tostándonos al sol y empieza a afectarnos. Comenzamos la aguja a las 11:00 y llevamos 2 horas. Yo además para ahorrar peso solo llevo el bidón de la bici con agua sabiendo que hay fuentes y arroyos pero en este momento se me acaba. Así que decidimos regresar a la Majada del Tiatordos a comer sin mayor dilación y dejar el ascenso a la cumbre para otra ocasión.
Cerca de la majada hay una fuente que echa un hilillo y de la que nos abasteceremos mientras comemos, llevamos casi 8 horas de ruta y va siendo hora de meter algo solido. Ahora nos queda lo mejor para las bicis: la bajada hasta Taranes y puede que luego aún tengamos algo de mariachi.
Tenemos que ir en busca de la Foz de la Escalada, hay dos opciones: dar un rodeo por las brañas de Entregüé y Daón o más directos por el Monte la Bufona, en ambos casos hay que estar muy pendientes ya que los caminos aparecen y desaparecen en la parte alta. Nosotros optamos por lo que ya conocemos: directos a la Bufona pero antes parando en esta surgencia de las raíces de un haya para coger agua, en primavera es espectacular, de cuento de hadas.
A partir de aquí el sendero ya más marcado pero sigue sin ser todo ciclable. Va por la margen izquierda de la vega, hay que tener cuidado no seguir el río ya que termina en precipicio y cascadas que se pueden ver desde la Foz de la Escalada.
Por fin llegamos a lo que ya se considera bajada: las espectaculares zetas de la Bufona, horquillas muy cerradas, resbaladizas y que nos pondría a prueba. Esta zona entre la dificultad, la humedad, hojas, barrillo, raíces… estaba especialmente delicada.
Pero una zona que merece ser visitada, bosque de hayas casi vertical y sendero mágico.
Una vez cruzamos la riega los Bedules que viene de Daón enfilamos la propia Foz de la Escalada, espectacular corte entre el Tiatordos y Peña Taranes. Este tramo ya tiene la difícultad justa y el flow necesario para hacerla sin posar pie, aunque con algunos escalones, huecos que llevan al límite el equilibrio, soltando adrenalina y gritos de alegría: hu ha!! brutal!! yihaaa!!
El arroyo los Bedules después de juntarse con el del Texu de donde venimos pasa a llamarse Río Taranes.
Ahora si pasamos la Foz, corta en distancia pero con unas paredes que impresionan.
Llegamos a Tanda aún con una hora de margen de luz. Comemos un poco y reanudamos la marcha primero por pista y luego por unos senderos mejor de lo que esperábamos y con su parte de disfrute para dar a Abiegos. De Abiegos a Sobrefoz por carretera en subida gastando las últimas fuerzas. El chigre nos espera después de más de 11 horas de ruta. Aquí quedamos con Gafotas que se unirá para el vivac y ruta del segundo día. Todo el día incomunicados y nos encontramos aquí con solo 10min. de diferencia. Estamos en perfecta sintonía jeje.
Se hace de noche, el olor a fabada del bar hace que nos cueste arrancar. Dejamos el material de escalada en el coche, conseguimos aligerar un poco las mochilas pero siguen pesando un quintal.
Los más de 8km y 600m. de desnivel a la ermita de Ventaniella se hacen duros. La noche la dan buena de temperatura pero con viento en aumento del sur. Mi idea era vivaquear arriba del puerto si había tiempo pero ya vamos de noche cerrada así que pondremos los sacos en la zona de la ermita.
Cual es nuestra sorpresa al encontrar el albergue abierto y con gente. Entre la hospitalidad y las ganas de sentarnos a una mesa y comer en condiciones… se nos va al traste el finde de supervivencia pero que nos quiten lo bailao jejeje
Como siempre se interesan por la fat de Javi, y hablando vamos contando toda la historia de la aguja. Nos informa de los caminos que tenemos para volver a Tarna que no conocía, más directos.
El trato inmejorable, las habitaciones estaban ocupadas por montañeros pero nos ofrece la cuadra, el patio, los baños… No, si venimos a hacer vivac, con el patio ya tenemos más de lo que esperábamos.
Sin mucha prisa vamos levantando, desayunamos y nos ponemos en marcha pasadas las 10 de la mañana. Hoy hay menos prisa, aún siendo terreno nuevo y esperando posibles encerronas será más corto. Después de un buen rato dudando si seguir la ruta teórica que había diseñado o alguno de los caminos que nos comentan en el albergue apostamos por la aventura que teníamos prevista: al pico Cotalbo.
Ascenso del puerto Ventaniella para pasar a León.
Bajada por el precioso valle de Valdosín.
Aquí nace el Río Esla uno de los afluentes más importantes de la península, el mayor del Duero (ya lo dice el dicho: «el Esla lleva el agua y el Duero la fama»). Además es el río que ha dado nombre a Asturias.
Cruzamos el río para ir en dirección al Cotalbo, nos espera un buen porteo.
Contraste de los valles asturianos y los leoneses, en esta ruta tenemos lo mejor de ambos. Y a nuestras espaldas la siempre presente Peña Ten.
Tras un rato de empujar y portear bici llegamos por fin a la cima del Cotalbo, desde aquí ya divisamos el puerto Tarna.
La subida fue mejor de lo esperado, queda la bajada y hay que ir buscando senderos pero al ser cara sur es más fácil que se mantengan. Primero un poco de cresteo y luego un sendero entre escobas con sus pasos técnicos muy entretenido que nos deja en la carretera del puerto Tarna.
Nos queda la bajada por Asturias, vamos al nacimiento de otro río importante: el Nalón. Volvemos a Asturias, subimos un poco por dura pista para ir bajo las paredes del Remelende.
Vamos buscando el sendero para salir de la braña de Moneo, tardamos un poco en dar con el menos malo. El comienzo muy técnico, camino con piedra suelta, pindio de torrenteras de aguas. Pero se deja a pesar de lo que desequilibran las mochilas.
Vamos cruzando el arroyo Moneo que debe ser el primer afluente del Nalón.
Bajada por manto de hojas otoñales que más de un susto nos daría. Llegamos al pueblo de Tarna, de ahí un sendero muy divertido en ligera bajada para dar a la carretera y bajar a Bezanes ya por asfalto.
En el chigre de Bezanes en manga corta al poco sol que ya queda nos tomamos las merecidas cervezas para cerrar un fin de semana brutal. La montaña y la Cordillera Cantábrica nunca dejará de sorprendernos; aburrirse es imposible.
Buuuufffffff, BRUTALITY!,,,,,,,,,,
Acojonante!!! sin más… sóis la reostia en verso!!!… si algún día me dejáis me apunto a alguna aventurona de estas con vosotros!!!… un abrazo titanes!!! 😉
Gracias Vidal! ¿Dejar? Faltaría más, para nostros un placer tenerte de compañero. Nos vemos.