- Fecha: 5-06-2010
- Itinerario: La Foz – Otura – Los Llanos – Collao Entrepuertes – Vega El Pozu – Capilla de Santiago – Mayau les Capilles – Capilla de la Magdalena – La Collada – La Foz
- Personas: Sergio, Fran, Omar, Carlos, Ramón, Jorge y Rubén
- Hora salida: 9:45
- Hora llegada: 13:30
- Datos GPS:
- Distancia: 13,12 km.
- Altitud salida: 265m.
- Altitud máxima: 912m.
- Altitud mínima: 234m.
- Desnivel acumulado: 887m.
- Índice IBP: 97
- Track GPS
- Álbum de fotos:
Nos pasamos toda la semana debatiendo qué ruta hacer, al final volvimos a la del Monsacro viendo que el tiempo no acababa de permitirnos ir a rutas de más alta montaña. Como la ruta es muy corta diseñé otro bucle por La Figar para sumar 8km. más y que la ruta saliese un poco más interesante.
Llevaba ya más de una semana buscando bici, en la lista de correo se había montado una buena llenándola de sugerencias y recomendaciones. Después de probar la Scott Genius 40 iba a probar la Orbea Occam pero el jueves Fran me envió una Trek que vendían en el foro, una Remedy 9, demasiado enduro para mi. De mano la descarté pero cuál sería la sorpresa cuando me vieron sacarla del coche jeje. Y es que aprovechando que estaba de vacaciones llamé al dueño el viernes a las 15h y a las 19h estaba en Bilbao probándola y vuelta para Asturias. Así que hoy ruta de estreno.
Pasadas las 9:15 nos damos cita en La Foz, el tiempo no mejora y tenemos las nubes clavadas a 500m. de altitud así que no veremos nada.
Según nos preparamos empezamos ver motos y detrás ciclistas pasar, resulta que es la subida al Angliru. Bromeamos con picarnos con ellos pero van como tiros.
Con un poco de retraso comenzamos el ascenso por carretera, en cuanto salimos de La Foz y tomamos el desvío para subir a Otura empiezo a contar… – ¡coño, si nos falta uno! -. No me acordaba de travesiasturias que también venía. Bajé con Omar de nuevo a La Foz, di una vuelta pero nada, no tenía su móvil así que supuse que si no estaba es que había decidido quedarse en casa. Luego me contaría que la nocturna por el Naranco se alargó demasiado y se durmió.
Volvemos a donde dejamos el resto del grupo y reanudamos el ascenso. De momento por carretera parece llevadero pero en 5km. tenemos que subir unos 650m. En cuanto pasamos las casas de Los Llanos empieza la pista que sube al Monsacro. Un viacrucis con sus estaciones marcadas en las rocas, que mal rollo: «Jesus nazareno te espera», «Maria ruega por nosotros», «Siempre con Jesucristo y Maria»… Además cada vez nos adentramos más en la nube.
Rampas durísimas que parecían llevarnos directos al cielo, en cada zig-zag parece aumentar la pendiente sin dar un respiro. Yo con la Talas bajada al mínimo me doy cuenta que esta bici sube mucho mejor que la rígida, principalmente por llevar unas cubiertas de 2,35 que traccionan por donde sea y llevar un 34 de piñón con un 22 de plato, se agradece. Ahora sólo faltan piernas y patata que lo soporte. Que no salga montado no quiere decir que no subiese, lo que pasa que Fran solo dispara a traición 😀
Omar sube como un tiro, está muy fino. Hasta quiere cambiar de burra por una con cuernos.
Seguimos avanzando hacia el collao Entrepuertes, en la última horquilla a derechas hacemos la foto de grupo.
Justo en el collao nos encontramos con un grupo de cabras, un castrón y Ramón. Me pidió que le marcase con una flecha roja para que lo identificaseis pero lo dejo como tarea para el lector jeje
La nube además de aguarnos el día nos priva de uno de los mayores alicientes de la ruta que son sus vistas. Apenas vemos por donde vamos, llegamos al Mayau les Capilles y tenemos que dar la vuelta para ir a visitar la Capilla de Arriba. Un caminín pindio y de piedra húmeda y resbaladiza para subir a la Capilla de Santiago.
Es una capilla templaria, con base octogonal construida sobre un pozo dolménico y con una cueva al fondo. Se dice que aquí trajeron el Arca de la Catedral de Oviedo. La ermita data del s.XIII, nosotros echamos un vistazo y en seguida bajamos a las bicis para continuar por la majada.
Rodamos por la majada de las Capillas o prao del Ermitaño y paramos a comer en una de las cabañas entre las dos ermitas.
Sin detenernos mucho porque la humedad calaba hasta los huesos.
Para ir hasta la capilla de Abajo o ermita de la Magdalena tenemos que desviarnos muy poco del camino y subir unos metros por un prao. Jorge comenta – el que lo suba le pago una mahou -.
En seguida se da cuenta que hizo mal negocio. Que quede constancia que yo fui el primero en llegar: lo siento Jorge, me debes una miau.
Esta capilla también es del s.XIII aunque rectangular y más sencilla, a simple vista no se le ve mucho interés por una persona tan devota como yo. Lo que si me llamó la atención fueron los pétalos por el prao en forma de camino supongo que a la capilla de Arriba. Seguramente algún extraño ritual el jueves, día del Corpus.
Comienza la bajada, ponemos protecciones, nos abrigamos un poco más y a disfrutar de tan esperado descenso y es que nos habían hablado maravillas de el. Lástima que esté todo húmedo y no veamos la caída que hay.
Pero lo cierto es que la cosa comienza mal, apenas es ciclable unos pocos metros y hay que volver a empujar las bicis y eso sin contar el riesgo de dejarse la crisma por ahí o romper el cambio de la bici. De todas formas si dejamos a Sergio lo baja todo y con una rígida del Decathlon ya que la suya sigue en el taller. Es increíble los huevos que le hecha y lo poco que aprecia su vida 😀
Carlos y Fran comprueban lo pindio y resbaladiza que está la bajada.
Continuamos bajando un poco más, la mayor parte empujando la bici y ya sin ganas ni de montarnos.
Vamos Omar, Fran, Sergio y yo en cabeza, los demás tardan en llegar y no es plan de hacer la bajada separados. Así que unas berridas y en seguida responde Ramón comentando que Carlos ha perdido las gafas y las está buscando. Después de más de media hora desisten, tendremos que organizar otra ruta para buscarlas.
Ya que no tenemos paisajes que fotografiar unas macros de las gotas de humedad en las flores…
En algún punto el camino se hace un poco más ciclable pero dar las curvas es realmente complicado.
Salimos a un camino con mejor pinta, aún algo técnico pero ciclable.
Llegamos al asfalto, el pueblo de la Collada, no hacemos más de 100m. para meternos en otro sendero, este tiene buena pinta. Yo empiezo a poder probar la Remedy de verdad y voy soltando freno, lo cierto que se nota el cambio, se baja mucho mejor pero siento algo de nostalgia por la rígida y «notar» el terreno, tener que controlar la trazada en todo momento y sentir mayor satisfacción cuando pasas una zona complicada.
Ya para terminar y salir a la carretera unos escalones en tierra.
Algunos dudan si bajarlo pero Sergio busca otra trazada para darle un poco más de complicación al tema.
Bajamos por carretera rápidamente y nos comemos un tramo de sendero que hay para llegar a La Puente. Llegando a este pueblo comento la opción de subir a La Figar y hacer el otro bucle, pero entre que vamos mal de tiempo, que la nube está anclada y que no estamos muy motivados decidimos ir para el coche y tomar unas cañas para llegar a comer a Gijón.
Una ruta interesante pero entre que el tiempo no nos permitió disfrutar de las vistas y el entorno y que la bajada la mitad no es ciclable nos dejó un poco a medias, además que fueron 12km. duros pero escasos.
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