- Fecha: 5-07-2009
- Itinerario: La Barranca – Camino Ortiz – Trialera Bambi – Trialera del Miedo – Calvario – Puerto Navacerrada – Trialera de la tubería – La Barranca
- Personas: Jorge y Rubén.
- Hora salida: 10:15
- Hora llegada: 14:30
- Datos GPS:
- Distancia: 19,63 km.
- Altitud salida: 1373 m.
- Altitud máxima: 1960 m.
- Altitud mínima: 1373 m.
- Desnivel acumulado: 938 m.
- Índice IBP: 84
- Track GPS
- Álbum de fotos:
- Vídeos:
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Segundo día en Madrid, con Jorge como anfitrión. El sábado hicimos la ruta por El Escorial y Abantos con un sol de justicia, yo con algo de insolación aún hoy me levantaba con dolor de tarro y miedo de pasarlo mal, pero todo lo contrario. Aún con casi 30º esta ruta se hizo mucho más asequible al ir por bosque y el fresco de Navacerrada, también se sube un poco más alto. Y la bajada… buff menuda bajada, ya en el Escorial acabé satisfecho con las trialeras últimas pero esto es una pasada: kilómetros de sendero de piedra suelta y bosque.
Salimos de Las Rozas dirección a La Barranca, enchufamos el GPS y más o menos apunta bien. Pero nos empieza a meter por un puebluco lleno de los malditos baches para no ir rápido y es que aquí deben tener todos monsters trucks. Nos mete por una urbanización dejada de la mano de dios y atravesándola en cuesta una caleya que ni para BTT, además de una valla cerrando el paso. En fin, para fiarse de estos cacharros. Al final hacemos caso del sentido de la orientación de Jorge que por una vez funcionó.
Dejamos el coche en el aparcamiento y comenzamos la ruta. Mucho dominguero, en el buen sentido, disfrutando de la sierra: en familia, corriendo, en bici…
Hay una primera subida larga y tendida, por pista. Pero en la que Jorge empieza a un ritmo muy fuerte, mientras otros bikers van hablando nosotros concentrados en aguantar el ritmo, hasta que se para. Supongo que sería para romperme y así que no le diese cera jeje.
Así hasta llegar a una horquilla a derechas, recto sale un sendero llamado Camino Ortiz que haría la delicias de un servidor. Y es que además de tendido y relajado, aunque no por ello descansado, tenía su punto técnico con las raíces y piedras que hacían estar pendientes del terreno. Cuando no, uno disfruta del paraje incluyendo postes descriptivos de la flora local y vistas a Madrid y los embalses. Momentos que se aprovechan para hacer fotos y es que, prácticamente toda la ruta nos la hicimos a relevos tirando fotos.
Unos kilómetros disfrutando de la subida hasta llegar a un claro donde antiguamente se encontraba el Real Sanatorio de Guadarrama y desde donde se puede ver la mitad norte de la comunidad de Madrid.
Una pequeña bajada por pista para dar al puerto de Navacerrada, atravesamos el asfalto para enfocar las trialeras del Bambi y Miedo, la parte más técnica de la ruta.
Aquí vamos relevándonos y haciendo fotos y vídeos, tiene partes bastante exigentes con fuertes escalones alternados con piedra suelta. Por suerte aquí la piedra suelta se pasa bien, sin miedo to p’alante.
Aquí Jorge jugándose el tipo para salir en el vídeo. Quién diría hace un par de años que bajaríamos por estos sitios.
Según me indica el compañero de andanzas no llegamos hasta abajo del todo, yo aún andaba un poco tocado del día de ayer y no quería forzar, más teniendo que volver a Asturias con este calor. Así que seguimos el track por un sendero que mantiene la altura, otra zona muy bonita de bosque para rodar tranquilamente.
Y vamos a dar al arroyo que baja de Navacerrada y el comienzo del Calvario.
Si dicen que lo asturianos somos exagerados los madrileños ni os cuento. Llamar a esta subida el Calvario… No es moco de pavo pero vamos, que los metes en la cuenca y se cortan una pierna con tal de no subir.
Siendo fieles a la realidad la subida es pindia pero 100% ciclable, apenas hicimos fotos y creo que sólo hicimos una parada que solicité yo o puede que subiéramos hasta el pueblo de Navacerrada.
Durante la subida nos cruzamos con gente a caballo, a pata, en bici e incluso corriendo, este último estuvo un buen rato para adelantarnos y tuvimos que dejarle paso, pese a ser una pista ancha la cantidad de piedra suelta hacía que sólo fuese practicable cómodamente por un fino sendero. Me hizo gracia ver cómo le dejaba pasar y justo delante intentaba adelantar a Jorge por la piedra suelta un par de veces a la absurda velocidad de 5km/h, era como un una carrera en circuito pero a cámara lenta. Me imaginaba la escena acelerando los fotogramas y con la música de Benny Hill jajaja.
En Navacerrada lo primero que pedí fue un chigre para tomar una clara, en lugar de eso Jorge me obsequia con este falso repecho. Jorge fue directo, previa espera a que sacase la cámara, y lo subió sin pensárselo.
No sé el porcentaje pero andaría por el 40%. No era mi intención subirlo, quería reservarme por si acaso, pero me picó el gusanillo y la verdad que no se sube tan mal aunque la transmisión salte (la primera vez que lo hace de esa forma).
Lo gracioso fue ver como llegaban bikers por carretera y decían: «esta rampa se puede bajar echa el peso atrás» o «yo esto lo bajo a pata»… Cagonrós Arcadio, un paisano ye un paisano aunque le pegue la muyer!
Así que nosotros a lo nuestro… buscar un bar para saciar la sed. Finalmente en la carretera general, cumbre del puerto Navacerrada disfrutamos del merecido refrigerio ayudados por la fresca brisa de la sierra. Mucho tráfico en el puerto y lo mejor es que coincidimos con el I encuentro vehículos antiguos en Navacerrada. No es que hubiese muchos pero los que había eran una pasada, también se coló alguno no tan antiguo.
Ya nos queda poco para la cumbre. Un sendero estrecho y un poco técnico por las piedras. Aquí Jorge metió la directa y lo perdí de vista. Yo tuve que posar pie un ratillo para que no explotase la patata, no es que fuese duro pero ahora ya no había árboles para protegernos del sol. Eso sí las vistas ayudaban.
Llegados al punto de mayor cota de la ruta ya sólo queda bajar y la bajada promete mucho: larga y exigente, con piedra y raíces, a cielo abierto y bajo pinares. Son unos 600m. de desnivel en los que tanto trotonas como bikers sufrirán de lo lindo.
Las vistas de la bajada y buena parte de la comunidad autónoma.
Al igual que ayer hay varias alternativas y senderos. Bueno ayer en el Escorial no había varios, había decenas. Creo que optamos por la bajada que llaman «trialera de la Tubería». La vez que leí la crónica de Jorge me llamó la atención y yo iba pensando en meterme por una tubería, pero no, es mucho mejor: un sendero cerrado de piedra suelta con horquillas obtusas y escalones. Y diréis; y la tubería por qué? Pues bien hay una tubería, supongo que de agua, muy puñetera por el mismo camino y a veces sobresale, hay que tener cuidado para no pegarse el guantazo.
En Madrid también tienen vaques, para que luego digan, y son tan puñeteras o más que aquí. Se tumbaron unas cuantas en medio del camino y las muy remolonas no querían dejarnos paso. A continuación ya se ve el bosque por donde nos meteremos, cambiando el terreno y el tipo de trialera. Durante este tramo hicimos bastantes paradas haciendo relevos aunque no haya muchas fotos, pero lo cierto es que cansaba bastante.
Un tronco caído hace nuestras delicias, incluso aprovechamos para pasarlo por el medio para que no sea muy fácil. Pena que Jorge no hubiese salido volando 😛
El resto es un sendero muy chulo por entre pinares, con alguna zeta.
Salimos a la pista y nos acercamos a una fuente donde nos encontramos con dos de Tierra Natural. Estuvimos un rato hablando hasta que nos dimos cuenta que ya cruzamos unos correos el año pasado por una ruta que iban a hacer en Picos de Europa. Se habían hecho el Macizo Oriental, el Central y este año quieren hacer Lagos de Covadonga al no ser posible el Occidental.
Reanudamos la marcha, ahora acompañados, por otro sendero entre pinos. Este menos empinado que pedía dar pedales e ir esquivando árboles, hasta dar al embalse junto al aparcamiento de La Barranca.
Lo cierto que esta ruta es la culminación a un fin de semana de muy alto nivel para BTT. No me esperaba zonas tan buenas para andar en bici ni tanto sendero técnico. Queda pendiente un viaje de grupo para disfrutar de la Sierra madrileña en compañía más numerosa, habrá que ir poniendo fechas.
Menudo ruton enduro 100% tuvimos ese dia… una pasada… a ver cuando viene un grupito para aqui… y os lo enseño… en apenas 20 kilometros se disfruta muchisimo 🙂
Por cierto… gracias por desearme un feliz vuelo de Superman… anda que con amigos como vosotros… quien quiere enemigos 😦