- Fecha: 29-7-2007
- Itinerario: Destriana – Destriana
- Personas: Jorge, Rubén y 114 participantes más
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 46,02 Km
- Tiempo en marcha: 2:55:43
- Velocidad media: 15,71 km/h
- Velocidad máxima: 45,27 km/h
- Cadencia media: 66 (aprox. 11600 totales)
- Altitud salida: —
- Altitud máxima: 1095m.
- Altitud mínima: 874m.
- Desnivel acumulado: 900m.
- Track GPS
- Más información: IX Marcha Popular MTB «Destriana»
- Álbum de fotos:
Encontré esta ruta en los Foros MTB y viendo que había gente que hablaba bien de ella pero sobre todo que había paella y piscina Jorge y yo nos apuntamos.
El sábado la maratón de La Ferrería y salir pitando para dormir en Destriana ya que tener que pegarse un madrugón para ir por la mañana no era plan. El problema era dónde dormir, teníamos pensado buscar un hostal o en último caso un camping pero cuando llame a Fran (organización) para confirmar la inscripción nos ofreció un local del pueblo para dormir.
El sábado acabamos a las 21:30 la maratón de La Ferrería y después de remojar un poco las bicis para quitar el fétido barro Jorge y yo fuimos a ducharnos y cenar a mi casa. De Avilés partimos raudos hacía Destriana, salimos sobre las 23:30 y teníamos 2 horas de viaje.
A la 1:30 llegamos al pueblo y estaba Fran esperando a la puerta de su casa para llevarnos al local. Si nos dan la mano nostoros cogemos el brazo, es que somos de lo que no hay.
El local es una casa con una única y enorme sala y un cuarto de baño muy limpio, como es tarde aprovechamos las colchonetas que allí había y tiramos los sacos para dormir.
Entre el calor y la dureza del suelo no dormimos muy bien aunque el cansancio ayudase. A las 8:20 los móviles nos despiertan. Jorge tiene una rueda pinchada y yo estoy prácticamente sin frenos de ayer, pero lo primero es desayunar.
Montamos las bicis en el coche, recogemos y nos perdemos intentando llegar a la piscina, al segundo intento acertamos.
Un cafetín y un bollicao: el desayuno de los campeones.
Jorge cambia la cámara, yo tengo una rueda algo baja y ante la duda también la cambio, además cambio las zapatas traseras y ajusto los frenos ya que en la Ferrería echaron humo.
A falta de un minuto escaso para empezar estoy poniéndome unos playeros que me dejó Jorge, menos mal porque sino tengo que ir en chanclas. Aunque viendo el percal no hubiese desentonado: unos con globos en la cabeza, otros con esquilas y hasta un paisano de los de Poco a poco con un mp3 y unos altavoces en el manillar para amenizar la ruta.
Según la organización 116 participantes, yo vi mucho asturiano.
El del megáfono nos informa de la ruta: recorrido, dificultad, señalización, avituallamientos…
Un cielo azul uniforme, ni una sola nube sobre la meseta leonesa, Lorenzo ya hacía unas horas que nos esperaba para castigarnos con un caluroso día y sobre las planicies (cuando vas en bici te das cuenta que no es tan plano) no se aprecian sombras. Por suerte el camarero me llenó uno de los botes para el que no tenía agua y con bastante hielo.
Se inicia la marcha, 50km nos quedan por delante. Al poco de salir de la piscina una bajada (todo por pista) con algunas piedras y baches pero que se rueda bastante rápido. Aprovecho para saltar y según caigo los dos botes salen disparados. En medio del pelotón y precisamente el que llevaba hielo se abrió y perdió todo el líquido. Hasta el km. 22 no hay avituallamiento, si es solo la mitad de duro que ayer la Ferrería lo voy a pasar muy mal (aquí ni hay casas ni fuentes).
El paisaje, el calor, los olores, el terreno… es todo tan distinto a lo que estamos acostumbrados que aún estando a unos 30º nos resulta precioso, el olor a tomillo es muy intenso. El polvo que levanta el pelotón también lo es.
En seguida hay un grupo que empieza a tirar fuertemente y se rompe el pelotón. Los organizadores hacen lo que pueden repartiéndose por grupos de gente y avisando que estemos atentos a las señalizaciones. Un giro a la derecha y aquí nos encontramos con una marca naranja fosforito, es una de las zonas técnicas especialmente señaladas:
Pero nada que se parezca a la dureza de la ruta del sábado.
Más adelante se hace un reagrupamiento, faltan unos cuantos que iban delante nuestra así que debieron equivocarse, tampoco tardamos mucho en volver a juntarnos todos.
Oigo a uno de los que iban en cabeza mencionar la Xtrem Trail, así que entablo conversación con él y resulta ser Quorum, del foro MTB. Muy amable, resulta que pensó que el día antes íbamos también a la Xtrem Trail y estuvo preguntando por mi entre los 9 participantes. Según me comentó la maratón que en principio eran 70km. se alargó hasta los 90 y los que iban corriendo en vez de 130 hicieron 150km.
Reanudamos la marcha y hay otra corta bajada técnica donde más de un susto debió haber, yo tuve que sacar el pie para no caer.
Se sigue rodando por pistas más o menos llanas: que gustazo después de las continuas subidas de ayer. Entablo conversación con una chica que también había estado el día anterior en la Xtrem y parece que no se le veía muy contenta, también está un poco molesta que los de delante vayan compitiendo, ya tocará reagruparse.
Una bajada y llegamos a un pueblo, estamos a punto de llegar al avituallamiento y Jorge vuelve a pinchar. Intentamos seguir pero llega un momento que baja demasiado la rueda, así que arreglamos el pinchazo, resulta que quedaban 200m. para el avituallamiento. Es la casa amarilla:
Una pasada de casa y el avituallamiento aún mejor: fruta bien fría, empanada, Gatorade, agua (en botella de cristal!!!) y hasta una manguera. Aprovechamos también para arreglar la cámara pinchada, no vaya a ser que haga falta.
Después de un buen rato la organización coge el megáfono informando que quien quiera abandonar está a tiempo, un compañero avisa:
«El año pasado murieron 7… aún no los encontramos. Pensadlo bien.»
Así que entre risas continuamos.
Algunas cuestas duras, zona de amarillos praos, entre robles… y alguna rampa dura mientras un participante no paraba de gritar:
«que no vea a ninguno de Poco a poco poner pie a tierra. Y de Lopenta menos».
Después de esta subida Jorge para a hinchar la rueda que iba algo floja. Un poco más adelante hay otro reagrupamiento. En estos momentos el sol ya nos ha castigado a conciencia y empieza a notarse cansancio.
Queda poco hasta el siguiente avituallamiento, ahora viene una bajada rápida esquivando baches y piedras a bastante velocidad sin parar de pedalear. Desvío 90º a derecha que me como por ir lanzado y a meter platillo para afrontar una dura subida. El sol es demoledor pero yo lo llevo mejor que en Asturias, al menos es seco y no me duele la cabeza como en La Ferrería, subo sufriendo pero adelantando a participantes, Jorge según me comentaba le estaba afectando tanto sol.
Al llegar arriba una rápida bajada y avituallamiento. Aquí ya queda poca agua, llevamos 40km. y muchos estamos bastante cansados, algunos completamente chamuscados por el sol.
Jorge tardaba en llegar así que aproveché para avituallarme y volver a hacer fotos de los que llegaban.
Al final llegó y resulta que había pinchado justo al empezar a bajar, menos mal que habíamos arreglado la anterior cámara.
Fran resulta que había caído al chocar con un participante y tenía la bici algo tocada y el cuerpo magullado. Así que cogió el megáfono e informó a los participantes:
– «yo voy para la piscina»
– «y yo también»
– «quien quiera puede subir a las antenas y hacer la ruta entera, seguir a la organización»
Nosotros ya habíamos cumplido el día anterior y la piscina nos llamaba, aunque no quedaban muchos kilómetros decidimos volver al punto de partida. 5km. que a pesar de hacer a buena velocidad se hicieron bastante largos pensando en la paella y el agua fresca.
Entramos en el pueblo y tomamos la carretera hasta las piscinas, aquí metí plato grande y a rodar un poco, sin darme cuenta me pongo primero y me distancio del resto así que aflojo, en seguida aparece uno desde atrás esprintado y otro más detrás, bajo un piñón y aprieto.
En el chiringuito de la piscina ya había bastante gente disfrutando de la sombra. Nosotros nos pusimos el bañador, nos duchamos, comprar un par de gorros y a bañarse. Esto si que es una ruta globeril, pero es que aún tenemos una paella esperando, camiseta de regalo y de tarde parece que siguió la fiesta con charanga y demás actividades, aunque nosotros ya estábamos camino de casa.
Según entramos en el coche marcaba 44º, después de hacer 15km. llegando a Astorga la temperatura real eran 33º
Mientras volvíamos a casa nos sorprendíamos ver a bastante ciclo-turistas con el calor que hacía, como si nosotros no fuésemos igual de cafres (o más).
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