- Fecha: 26-6-2007
- Itinerario: Avilés – Embalse Trasona – Tabaza – Ambas – Monte Areo – Xianes – Viaje Redondo – La Güelga – Monte Grande – Cancienes – Los Campos – Avilés
- Personas: Rubén
- Datos cuentakilómetros:
- Distancia: 40,60 Km
- Tiempo en marcha: 2:18:04
- Velocidad media: 17,64 km/h
- Velocidad máxima: 65,05 km/h
- Cadencia media: 61 (aprox. 8418 totales)
- Altitud salida: 20m.
- Altitud máxima: 264m.
- Altitud mínima: 20m.
- Desnivel acumulado: —
Estaba yo tan tranquilo delante del ordenador con un montón de cosas pendientes y de repente leyendo los Foros MTB me entró la envidia (sana) y luego el arrebato, 10 min. más tarde estaba sobre la bici con una mochila que siempre lleva dos cámaras (por si las moscas) y una empana de bacalao; esto se sabe cuando empieza pero no cuando termina.
La idea que tenía era ir lo más rápido posible a Monte Areo y subir por donde baje la última vez, dar una vuelta por arriba e ir a la ruta «Viaje Redondo» para hacerla entera, luego a la vuelta si hay fuerzas pasar por Monte Grande.
Al final una ruta muy variada: carretera, pistas, caminos, praos, tierra, gravilla, asfalto, hierba e incluso un puente flotante de ¿madera? solo faltaron zonas algo técnicas.
Tomé «la vieja» de Oviedo debajo de mi casa, hasta la cuesta de Los Campos, seguí hasta el puente flotante sobre las aguas del Embalse de Trasona para pasar entre jóvenes pirgüistas y remeros. Doy toda la vuelta a Parque Astur puesto que la carretera está en obras, tomo los caminos del otro día y la infernal cuesta de gravilla.
Ya de nuevo sobre el duro asfalto investigo un poco probando rutas alternativas, llego a Tabaza e inicio el ascenso por las pistas como días anteriores. Veo un desvío a la derecha, clavo el freno y lo tomo. Me encuentro con una cuesta y luego llaneo que me lleva al pueblo de Ambas, por donde bajé la última vez de Monte Areo, era mi intención pero llegué casi por casualidad puesto que estaba desorientado.
Empiezo el ascenso y en seguida me doy cuenta que no es la misma carreteruca del otro día, sale del mismo pueblo pero la pendiente es mucho mayor (aún). De los cuatro caminos que he tomado en Monte Areo este es el más empinado.
Una vez arriba voy a ver el área recreativa y el aeródromo. Sigo en rumbo Gijón, me encuentro con un coche al cual sigo a rueda. Antes de llegar al segundo dolmen giro a la izquierda para bajar hacía Prendes.
Ya en la carretera Avilés-Gijón la atravieso para tomar el tramo de la «Ruta Clariniana» llamado «Viaje Redondo». Lo hago en sentido hacía Avilés.
Durante los casi 4km solo me cruzo con un tractor por la estrecha carretera. Es un sube-y-baja constante pero llevadero puesto que las rampas aunque empinadas son cortas. Cada poco se puede ver un libro como el de la foto indicando el camino y supongo que mostrando un extracto del relato autobiográfico con el mismo título que el «viaje», de Leopoldo Alas Clarín.
A la altura de la iglesia Santa María la Real de Logrezana, he realizado la mitad del «Viaje Redondo», tomo la carretera general.
Solo es durante 2 largos y sufridos kilómetros. A mitad de la bajada a la rotonda de Tabaza decido tomar una pista a la izquierda. Es como todas las de la zona: una ligera capa de asfalto con algo de grijo que cuesta distinguir si se está rodando sobre tierra o dicho aglomerante. Una cerrada curva a izquierda y veo ante mi la más impresionante pared que haya visto, «si hay camino se puede subir» me digo a mi mismo. Lástima que no le hiciese una foto creo que esta rampa podría superar con creces el 25%.
La rampa desaparece, y la vegetación se abre pero no consigo recuperar y me sigue costando mover el menor desarrollo. Pues nada. lo mismo de siempre, que parece que no pero seguimos subiendo.
Voy a dar a los praos por donde subí la última vez. Entre las altas briznas de hierba se intuye un antiguo camino que a ratos se puede apreciar la tierra y algún que otro pedrusco asomando. Paso cerca del famoso toro y entronco con el camino de Santiago.
En vez de bajar hasta la rotonda de Tabaza cruzo la autopista por un túnel que va a dar al pueblo más «reivindicativo»: Huelga (n’asturianu Güelga). Sigo hacia Monte Grande, miedo me da pensar en ese kilómetro de ascensión, lo usé como entrenamiento el primer día que retomé la bici y aún me acuerdo de los jadeos (y no de placer precisamente).
Al final resulta no ser para tanto, no hace falta meter platillo y me sobra un piñón. En el descenso hacía Cancienes alcanzo la velocidad máxima.
Y pensar que cuando esto era una carretera bacheada, estrecha y revirada nos metían por ahí en la marcha cicloturista de Corvera, jamás vi tantas hostias juntas, menudo espectáculo. Por suerte el coche policía bajaba a toda leche sino los mil participantes se empotrarían contra él. Una vez que se daba la salida al descenso tenías dos opciones: ir el primero y que ningún kamikace te diese caza o esperar a que bajasen todos, bajar en medio suponía con muchas probabilidades la muerte.
De Cancienes a casa por la carretera Oviedo-Avilés y nada más por contar.
Deja una respuesta