- Fecha: 28-7-2007
- Itinerario: La Ferrería – Calguetos – Ruta del Agua – Riocuevas – La corrada – Ruta del agua – La Ud – Los Valles – El Truebano – Faedo – Calavero – Llanabao – bajada del gas – Cuevas de Arbedales – La Campa – casas del Fresno – La Ramera de Arriba – Sombredo – Las Huergas – La Ferrería
- Personas: Paco, Jorge y Rubén
- Datos cuentakilómetros Rubén:
- Distancia: 45,06 Km
- Tiempo en marcha: 4:10:49
- Velocidad media: 10,77 km/h
- Velocidad máxima: 58,39 km/h
- Cadencia media: 61 (aprox. 15300 totales)
- Altitud salida: 95m.
- Altitud máxima: 375m.
- Altitud mínima: 75m.
- Desnivel acumulado: 1350m. aprox.
- Perfil ruta
- Álbum de fotos: I Marcha Cicloturista La Ferreria
Este sábado había dos eventos bastante importantes y duros: por un lado la Xtrem Trail organizada por el G.M.Ensidesa de Gijón, que partía de Quiros para acabar en Candás junto con la competición a pata. En principio unos 70km. pero según me comentaron el domingo unos participantes del grupo La Badana, se alargargó a 90km. bastante duros, hicimos bien en evitarla, además solo hubo 9 participantes. Por otra parte estaba el I Campeonato de Asturias de BTT «La Ferrería», casi 50km. de dificultad media y además había marcha no competitiva, así que nos apuntamos Paco, Jorge y yo.
El recorrido de la ruta fue secreto hasta que nos pusimos en marcha, el mismo día por la mañana publicaron el perfil por lo que poca gente se enteró. Un perfil que parece un serrucho:
Sobre las 14:30 estábamos en La Ferrería, desmontamos las bicis de los coches, nos inscribimos y pagamos el seguro. Como aún quedaba una hora bajamos 2km. a tomar algo.
A las 16:00 empezaron a colocar a los competidores por orden de categoría y dorsal. Los globeros llevábamos dorsales a partir del 200, unos 30 participantes sin más objetivos que terminar de una pieza. Aquí la parrilla de salida:
A continuación y sin ningún orden prestablecido salimos el resto, según las normas podemos adelantar a los de la competición (a ver quién tiene piernas). El comienzo ya es duro; unas duras rampas y nos metemos por praos privados. Seguimos rodando y yo pensando en los 1350m. de desnivel acumulado que había calculado sobre el perfil: «no puede ser muy duro, esto lo hago sobrao», iluso de mi, no tenía en cuenta el terreno y las pendientes.
En una zona de llaneo después de una bajada me alcanza el Capillas y me dice que Paco se cayó, lo espero un poco no viene muy rezagado y me dice que no le ha pasado nada, conseguimos reagruparnos un poco pero no por mucho tiempo.
Como me encuentro bien tiro un poco más y cojo alguno ya rezagado de la competición, paro en un prao para hacer fotos y esperar a los conocidos que llegan ya desperdigados y creo que llevamos menos de 5km.
A continuación de la foto una pequeña bajada pero tan empinada que hay que equilibrar la bici para no salir volando, a continuación un vadén que hace que salga corriendo por encima del manillar, suerte que iba casi parado. Según me comentaron no fui el único.
Nos metemos por la Senda del Agua con el canal de ENSIDESA al lado, es llano y ruedo rápido para coger a los conocidos, solo queda Paco detrás. Consigo cazar a Cerevelo y vamos hablando un buen rato, parece ser que se ha caído y tiene molestias en la espalda. Por cierto ha tenido los cojones de llevar el cencerro del trofeo de los Zoquete-payaso amarrado a la tija. Rodamos rápido por una zona más o menos llana (no veremos más terreno de este tipo) y solo cogemos a Jorge que nos esperaba. El Capillas parece que va picado con los de la competición.
Hay que cruzar varias veces el canal de agua por debajo, salvar desniveles de más de 2m. pasando la bici por encima y trepando un poco.
Llegamos a un cruce y un montón de participantes dando la vuelta y maldiciendo, parece que se confundieron (más tarde comentaron que si era un sabotaje que habían quitado la cinta y cerrado la valla). Aquí adelantamos a un montón de participantes. Sobre el km. 14 hay otra subida, esta es muy dura por pista con piedra suelta. El calor es sofocante y las zonas de eucaliptos y helechos aumentan la humedad de tal forma que la sensación térmica sube un montón de grados costando mucho respirar, empiezo a sudar tanto que me caen gotas por los codos (yo soy de sudar poco).
La gente va poniendo pie a tierra y subiendo a pata, yo llega un momento que también, pero en cuanto la pendiente permite salir sin derrapar vuelvo a montarme. Paco lo perdimos de vista hace unos cuantos kilómetros y Jorge va conmigo pero consigo coger ritmo subiendo y se queda. Voy adelantando participantes que se cagan en la dureza de la ruta, al menos piensan que pasarán lo más duro, así que les pregunto si han visto el perfil, como parece que nadie lo ha visto solo les doy ánimos y que lo tomen con calma (lo que nos queda aún y el primer avituallamientos a los 23km.).
Termina la dura subida y un poco de bajada, no mucho y me encuentro con esta subida:
No solo es empinada sino que es hierba, al final no se sube tan mal, espero a Jorge que lo veo bajar por el otro lado del valle y aprovecho para hacerle unas fotos. Nos miramos y aunque no haga falta lo decimos: «que duro es esto», estamos casi sin agua y aún quedan unos duros kilómetros hasta el avituallamiento.
Cuando llegamos no queda agua, solo algo de fruta y barritas energéticas, alguien pregunta por plátanos pero tampoco quedan. Misteriosamente minutos después sacan una docena de plátanos.
Nos juntamos un puñado de participantes, algunos más cabreados que otros. Los organizadores solo nos pueden decir que un kilómetro más adelante hay una fuente.
Como no vemos llegar a nadie más por el valle nos comentan que seguramente seamos los últimos y hayan cortado al resto para que tomen el atajo, a nosotros no nos lo ofrecen, así que a seguir tirando (tampoco lo quería XD).
Continuamos subiendo por carretera, tomamos una pista y desvío por más praos recién segados. Justo aquí vienen de frente algunos de los que compiten, tardaremos un buen rato en pasar por esta zona en el sentido en que iban ellos.
Llegamos a unas casas y uno de los organizadores señala el desvío que tenemos que tomar, le preguntamos por la fuente y no tiene ni idea, muy amablemente nos da una botella con medio litro que había comprado, un paisano nos ofrecen la manguera de su casa para rellenar los bidones.
Nos volvemos a meter por caminos con grandes charcos y malolientes barrizales:
Por fin llegamos a la fuente, unos 4 duros kilómetros desde el avituallamiento. Estamos a en un cruce a media subida del Alto de la Reigada, pienso en lo fácil que sería volver a casa, no tardaría ni 10min. en acabar con este sufrimiento, pero hay que seguir.
Jorge sigue maldiciendo los praos recién segados por donde nos tenemos que meter.
Entre el calor, la insolación, el dolor de cabeza y el cansancio no recuerdo mucho de esta zona, creo que comimos más barro a pesar de que debía hacer 25º (más la humedad que era sofocante). Algo de bajada hasta llegar a la «bajada del gas», un participante que iba al lado mio me dice que tenga mucho cuidado y se para. Es una pared donde la rueda trasera compite con la delantera por llegar abajo, los frenos no dan más de si, los delanteros que son nuevos comienzan un festival sonoro que ni los gallos de Enrique Iglesias son tan molestos. Da miedo la bajada y a mitad donde hay un organizador consigo parar para descansar las piernas. Al final salimos todos los que íbamos más o menos en grupo vivos pero más de uno decía que eso no se podía hacer.
Un poco más adelante llegamos a las Cuevas de Arbedales y al segundo avituallamiento, aquí aún queda Acuarius y algo más donde elegir. Alguno ya piensa en abandonar cuando quedan 15km. Un chaval de la zona nos comenta que aún hay una dura subida aunque tampoco sabe muy bien por dónde nos van a meter (tanto secreto…). Así que seguimos pali, pali. Subida por hormigón de quitar el hipo que la hacemos ya por inercia.
Según termina llegamos a una curva donde hay dos asturcones (los de las trotonas) hablando con la organización, parece ser que es la última oportunidad de abandonar, ellos están esperando a la furgoneta. Yo me lo pienso y pregunto a Jorge, el duda también creo que los dos estamos expectantes a ver que dice el otro, para la próxima lo jugamos a cara cruz que es más fácil. Al final decidimos tirar: por la gloria de mi madre, si solo quedan 10km. como si los tengo que hacer de rodillas. Comentan que somos los últimos.
Según arrancamos aparece El Capillas gritando «Resete-e», y yo que pensaba que iba delante, 30km. y varias horas después nos volvemos a ver. Ya somos 3, más adelante nos juntamos con un par más, los 5 fantásticos.
Llega uno de los organizadores en moto mientras arreglamos un pinchazo y nos dice que somos los últimos y si aún queremos seguir; la duda ofende (aunque estemos deseando tirar la bici).
Nos ayuda y da ánimos, va guiándonos todo el tiempo y cerrando la marcha. «200m. y ya estamos arriba». La primera vez le crees, la segunda lo dudas, la tercera te ríes y la cuarta te descojonas mientras pones pie a tierra para reagruparnos.
Así seguimos un trozo demasiado largo de subida, a uno le da un tirón y mientras El Capillas va dialogando con el organizador y preguntando por los caminos que íbamos a tomar, ni siquiera este aborigen los conocía y es normal puesto que los habían abierto expresamente para la maratón, un trabajo digno de elogio.
Arriba a la izquierda está el área recreativa de Pulide, dejamos la carretera y tomamos un camino entre el bosque a la derecha. Aquí empieza lo guapo, lástima que estemos tan cansados que no podamos disfrutar. Está oscuro puesto que son las 21:00 y el bosque es espeso; más barro que hace que el desviador vuelva a trabar la cadena y amenaza con averías. Esta parte es técnica pero divertida, se cruza el río unas 10 veces, la primera hasta la disfrutas, le segunda presta, la tercera te da casi igual pero a partir de la quinta ya estás tan harto que tirarías directamente por medio del río.
Uno de los cinco rompe el cambio delante mía, un estropicio que ni con la ayuda del organizador se puede arreglar, así que a pata, por suerte queda poco. Un poco más adelante tirón al Capillas que hace uso de su depurada técnica para tirarse en marcha.
Conseguimos salir del bosque y los últimos dos kilómetros por prao los acortamos por la carretera, las 21:30 más o menos y somos los últimos. Repiten tres veces por megafonía nuestros dorsales mientras entramos con una sonrisa (en mi caso) de oreja a oreja por haber superado tal hazaña para nosotros.
Según la organización 5horas y 17min. En la clasificación figuramos los últimos y entre el grupo de los cinco (supongo que será por el orden alfabético ya que entré el primero) tengo el honor de ser el último de toda la competición.
Nos recibe Paco impoluto, lleva casi 2 horas esperando, atajando 20km. también gano yo.
Hay una espicha con abundante comida y parece ser que entregaron premios a casi todos los participantes, Jorge y yo limpiamos las bicis y para mi casa a ducharse y cenar a toda prisa para llegar lo antes posible a Destriana.
El estado de mi bici, después de pasar n veces por el río, yo estaba mucho más guarro y ni hablar del olor que desprendíamos:
Ahora que Paco subió sus fotos os puedo decir que mis calcetines eran blancos, aunque no lo creáis:
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